Estas verduras son más efectivas que muchas pastillas: te ahorrarás un dineral en farmacias

Las verduras crucíferas, también conocidas como Brassicaceae, son una familia de plantas comúnmente consumidas en todo el mundo. El nombre "crucífera" proviene de la forma de sus flores, que tiene cuatro pétalos dispuestos como una cruz. Estas verduras son consideradas muy saludables y hasta se puede hablar de sus propiedades medicinales.

Las verduras crucíferas más comunes

Algunas verduras crucíferas comunes incluyen:

• Brócoli
• Col rizada (kale)
• Coles de Bruselas
• Repollo
• Coliflor
• Rábano
• Mostaza
• Nabo
• Rúcula
• Berro

Beneficios para la salud de las verduras crucíferas

Las verduras crucíferas son ricas en nutrientes y bajan en calorías, lo que las convierte en una adición saludable a cualquier dieta. Contienen altos niveles de vitamina C, vitamina K, fibra y una variedad de otros micronutrientes. Además, estas verduras son una fuente importante de glucosinolatos, compuestos de azufre que se ha demostrado que tienen propiedades anticancerígenas.

Algunos de los principales beneficios para la salud de las verduras crucíferas incluyen:

1. Prevención del cáncer: Varios estudios han mostrado que las verduras crucíferas pueden tener efectos protectores contra varios tipos de cáncer, en parte debido a su contenido de glucosinolatos.
2. Salud del corazón: Estas verduras son ricas en fibra y antioxidantes, que pueden ayudar a reducir el colesterol, mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
3. Control de peso: Dado que las verduras crucíferas son bajas en calorías y ricas en fibra, pueden ayudarte a sentirte lleno y a comer menos, lo que puede ser beneficioso para el control de peso.
4. Salud ósea: La vitamina K que se encuentra en estas verduras puede contribuir a la salud ósea y a la prevención de la osteoporosis.

Cómo tomar verduras crucíferas y aprovechar todos sus beneficios

Las verduras crucíferas se pueden consumir de diversas maneras. Algunas personas prefieren comerlas crudas en ensaladas o como refrigerios. También se pueden cocinar al vapor, asar, saltear o incorporar en una variedad de platos. Es importante recordar que la cocción excesiva puede reducir algunos de sus nutrientes, por lo que es mejor cocinarlas ligeramente para conservar su contenido nutricional.