Sanidad

Asocian el uso de benzodiacepinas con un mayor riesgo de aborto espontáneo

Un estudio publicado sobre más de tres millones de embarazos recomienda calcular bien el riesgo-beneficio de estos medicamentos contra la ansiedad y el insomnio grave

Una mujer en avanzado estado de gestación.

Una mujer en avanzado estado de gestación.

Rafa López

El uso de benzodiazepinas –ansiolíticos comercializados en España bajo marcas como Orfidal (lorazepam) y Valium (diazepam)– durante el embarazo, para tratar problemas como la ansiedad y el insomnio grave, ha generado importantes preocupaciones debido a los posibles efectos nocivos de esta clase de fármacos en los recién nacidos. Sin embargo, los estudios sobre la asociación entre la toma de estos medicamentos y el riesgo de aborto espontáneo no han sido muy numerosos. Un estudio que analizó más de tres millones de embarazos con más de 130.000 abortos espontáneos entre 2004 y 2018 ha concluido que el uso de benzodiacepinas durante la gestación está asociado a un aumento en el riesgo de aborto espontáneo. La investigación acaba de ser publicada en la revista científica 'JAMA Psychiatry'.

Los autores del estudio, titulado 'Benzodiazepine use during pregnancy and risk of miscarriage', son investigadores de la Universidad Nacional de Taiwán y otras instituciones de este país asíatico. Aseguran que tuvieron en cuenta factores de confusión no medidos, incluidos los relacionados con la genética y el entorno familiar de las embarazadas.

El aborto espontáneo se definió como cualquier pérdida del embarazo que ocurriera entre la primera visita de atención prenatal (generalmente 8 semanas) y la semana 19 completa de embarazo. La probabilidad (razón de posibilidades) de aborto espontáneo se multiplicaba por 1.39 por el uso de alprazolam y por 2.52 por fludiazepam.

Los resultados –argumentan– sugieren que las benzodiazepinas solo deben usarse tras una evaluación exhaustiva de los posibles beneficios y riesgos, tanto para la madre como para el niño. “Estos hallazgos subrayan la necesidad de que los profesionales de la salud valoren meticulosamente la relación riesgo-beneficio al considerar el uso de benzodiazepinas para tratar los trastornos psiquiátricos y del sueño durante el embarazo”, defienden.

Algunos especialistas que no participaron en el estudio pero tuvieron acceso a él han dado su opinión a través del Science Media Centre de Reino Unido. Simon Wessely, de la Cátedra Regius de Psiquiatría en el King’s College de Londres, destaca que es un trabajo “bien llevado a cabo con un gran número de casos” y no duda de la asociación, pero matiza que no se puede determinar si existe causa-efecto. “Puede haber muchas razones por las cuales a alguien que se le receta benzodiacepinas también tenga un mayor riesgo de aborto espontáneo. Hicieron lo mejor que pudieron para controlar estos factores, y la asociación persistió, pero siempre es un problema en este tipo de estudios”, precisa.

Por su parte, Christiaan Vinkers, psiquiatra y catedrático de Estrés y Resiliencia del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam, considera que estos resultados “tienen un gran riesgo de confusión por indicación, es decir, que las pacientes con problemas de salud mental reciban más benzodiacepinas”. “Este estudio no debería cambiar la práctica actual”, opina, y recuerda que “es indudable que la ansiedad y el insomnio grave también tienen efectos perjudiciales para la madre y el feto”.

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1. Un análisis que abarcó todo un país

El estudio analizó tres millones de embarazos en Taiwán (cuya población total es de 23 millones) con 130.000 abortos espontáneos de 2004 a 2018.

2. Mayor riesgo de aborto espontáneo

La probabilidad de aborto espontáneo se multiplicaba por 1.39 por el uso de alprazolam y por 2.52 por fludiazepam.

3. Dudas sobre la causa-efecto

Aunque los autores descartaron factores de confusión, otros científicos opinan que no está clara la relación causa-efecto entre los fármacos y los abortos.

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