Algunos expertos estiman que los restos encontrados por el Ejército de Brasil ofrecen la prueba de que el avión se estrelló contra el mar, otros por el contrario dicen que demuestran que el aparato explotó en el aire.

Mientras la prensa de Francia y de Brasil publican hoy declaraciones no coincidentes de expertos aeronáuticos, los encargados de la investigación gala mantienen silencio sobre las últimas averiguaciones.

Precisamente a falta de explicaciones oficiales, los medios de comunicación franceses, y también los brasileños, ofrecen detalles oficiosos de lo qué pudo ocurrir.

Lo único concreto que se sabe y que hoy reiteró Jean-Cyril Spinetta, presidente de la compañía Air France, es que resulta imposible que haya supervivientes del vuelo AF447, porque el aparato se desintegró.

El portavoz de las familias, Guillaume de Saint-Marc, dijo que Spinetta y otros directivos de la aerolínea informaron a familiares de los pasajeros y tripulación que "el avión no pudo amerizar y que se desintegró, bien en el aire o bien en contacto con el mar".

Desde Brasil se precisó que las operaciones de búsqueda se concentran en un área de unos 6.000 kilómetros cuadrados cercana al archipiélago de Sao Pedro y Sao Paulo, unas formaciones rocosas deshabitadas que pertenecen a Brasil.

La gran extensión de la zona del Atlántico en la que se han detectado algunos restos del aparato hace pensar que podría haberse producido una explosión en el aire, según la versión difundida por el diario "Le Figaro", que citó fuentes de la investigación a las que no identificaba en su edición de hoy.

"Se pueden observar fragmentos a lo largo de una distancia de más de 300 kilómetros", según la fuente del diario galo, que añade que eso "apoya (la teoría) de una explosión, que habría afectado a la aeronave en pleno vuelo más que la de una destrucción al contactar con el mar".

"Le Figaro" añade que si se hubiera producido una explosión a unos 10.000 metros de altura se explicaría tanto por un fenómeno meteorológico "excepcionalmente violento", por una "brusca despresurización" o por un "atentado terrorista".

Por su parte, el diario "Le Monde" afirmaba que el Airbus A330 desaparecido volaba a una velocidad "equivocada" y añadía que por el "encadenamiento de acontecimientos catastróficos", se produjo la desintegración del aparato en pleno vuelo.

El diario saca estas conclusiones de los mensajes que el avión envió automáticamente antes de perderse el contacto con él.

El Organismo de Investigación y Análisis (BEA), no ha publicado nuevas informaciones de las circunstancias en las que desapareció el avión, después de que ayer sus representantes advirtieran que será difícil encontrar las cajas negras.

No obstante precisó también que, incluso en caso de que se hallaran esos dispositivos de registro de operaciones de vuelo, no se garantizaría que se pudiera determinar qué ocurrió.

La BEA, que pretende publicar un primer informe a finales de mes, es responsable de la conocida como la "investigación de seguridad", destinada a evitar que algún fallo o algún problema pueda repetirse en el futuro, dado que la aeronave tenía matrícula francesa y cayó en aguas internacionales del Atlántico.

Hoy el portavoz del Estado Mayor francés, Christophe Prazuck, dijo que, a diferencia de los brasileños, los aviones galos enviados a la zona no habían encontrado ningún resto que perteneciera al Airbus siniestrado.

Añadió que los aviones de los diferentes países trabajan de forma coordinada, por lo que sobrevuelan las zonas en momentos diferentes para obtener el máximo rendimiento en una búsqueda que se aventura complicada y que requerirá gran despliegue de medios.