Carmen Pastor, profesora titular de Derecho Mercantil de la Universidad de Alicante, es una de las voces más autorizadas de España sobre la tecnología blockchain. La experta en tecnofinanzas aborda en esta entrevista la problemática actual y el futuro de las criptomonedas y el metaverso.

La directora del grupo BAES, un laboratorio de blockchain en el Instituto de Economía Internacional de la UA que trabaja para alcanzar un estándar blockchain europeo, forma parte del comité organizador del 33 congreso de CIRIEC (Centro Internacional de Investigación e Información sobre la Economía Pública, Social y Cooperativa) que se presenta este jueves en Distrito Digital de Alicante.

La jornada, titulada "Nuevas dinámicas mundiales en la era post-Covid: desafíos para la economía pública, social y cooperativa", analizará la digitalización como uno de los grandes retos.

¿Es exagerado decir que tecnologías como la blockchain, la inteligencia artificial o el Big Data nos sitúan ante una nueva revolución industrial?

Hace unos años lo vi algo natural, nada exagerado, casi como una respuesta automática a una crisis no bien resuelta, que se arrastraba demasiado tiempo. Ahora mismo, creo que hay una confluencia de crisis, sociales, políticas, monetarias, sanitarias, demográficas, alimentarias, sin que se sepa muy bien qué es causa y qué es efecto. Estamos en un momento más importante que una "simple" revolución industrial, estamos en tránsito hacia un cambio de civilización. Las tecnologías como blockchain, -o tecnología de contabilidad distribuida (DLT)- nos sitúan ante una revolución social, no solo financiera. El matiz es importante, estamos viviendo, sin ser conscientes, el nacimiento de esta nueva civilización en la que los paradigmas son muy diferentes. De hecho, el paso de una economía centralizada a otra descentralizada seguramente necesitará de un nuevo pacto social.

Soy optimista, porque al final el mundo sigue rigiéndose, hoy por hoy, por los humanos y espero de la inteligencia humana que nos sitúe en el centro. Y que no olvide nunca que el individuo jamás debe ser sacrificado por la comunidad, esta es la base que nos ha permitido sobrevivir como especie durante siglos. Me preocupa mucho en esta transición la pérdida y limitación de derechos fundamentales, más allá de las situaciones razonables en pandemias, guerras… etc.

El paso de una economía centralizada a otra descentralizada seguramente necesitará de un nuevo pacto social

Usted está al frente de BAES Blockchain Labs en la UA y dirige el comité de la cooperativa Blockchain FUE. ¿Qué hitos han marcado ambas organizaciones en cuanto a la adopción de estas tecnologías disruptivas por parte de la Administración pública y las empresas?

Creo que desde la UA hemos iniciado una pequeña revolución, pues hasta la fecha blockchain sólo era accesible a través del sector privado. Estamos orgullosos de haber contribuido a que la Generalitat se convierta en la primera administración española con capacidad para habilitar y poner en funcionamiento servicios de 'blockchain' en sus procedimientos digitales a través de medios propios y, en concreto, a través de la mercantil del sector público instrumental Infraestructures i Serveis de Telecomunicacions i Certificació (ISTEC), socia cooperativista en BlockchainFUE.

Con la publicación en el DOGV, por primera vez, de las tarifas de servicios de 'blockchain' de ISTEC para la administración, la Generalitat podrá ya solicitar a la mercantil la implementación de servicios de 'blockchain' para sus trámites y, especialmente, los vinculados a la administración electrónica "con el objetivo de contribuir a modelos de gobierno más abiertos, transparentes y participativos". De ello hablaremos y daremos "datos reales" en la jornada de presentación del 33 congreso de CIRIEC que será presentado en el Distrito Digital de Alicante este jueves 2 junio. El comité organizador ha escogido este ejemplo paradigmático, por ser parte de la temática del congreso, al abordar el reto global de la digitalización y cómo se puede enfrentar de forma cooperativa y con la colaboración público privada.

¿Diría que Alicante está en el centro de la vanguardia de este tipo de innovaciones?

Sí, además fuera hemos conseguido que se vincule Alicante a la tecnología blockchain. No solo desde la universidad, tenemos empresas y administraciones "autóctonas" punteras y creativos que se dedican a ello desde los primeros tiempos. Alicante albergó desde 2018 los congresos más importantes de blockchain y, últimamente, sobre regulación europea de criptoactivos que han existido a nivel mundial y que tuvimos el honor de organizar y participar. La posición de pioneros en esta tecnología (arraigados en el territorio) ha situado a Alicante, sin duda, en una buena posición. No debe extrañarnos, los alicantinos, en general el Mediterráneo, generación tras generación, se han caracterizado por ser comerciantes y creativos.  

La cara más visible de la blockchain hoy en día son las criptomonedas. La especulación por su volatilidad, las estafas y las acusaciones de su uso para blanquear dinero o financiar el terrorismo, ¿están pesando más que sus bondades sobre su imagen pública y a la hora de su adopción masiva?

Yo diría que la adopción masiva es imparable. Pese a lo que me señala, el pasado mes de abril la subgobernadora del Banco de España estimaba en un 12% el porcentaje de adultos que poseen criptoactivos en España. Por otro lado, es observable matices de género y generacionales, según los datos de los mismos informes internacionales citados por el supervisor español, habida cuenta de que el porcentaje es superior en los hombres, del 13%, que en las mujeres, del 10%, y especialmente notable entre los jóvenes de 18 y 24 años.

Debemos empezar a formar a los jóvenes, si es que verdaderamente queremos adultos que se autoprotejan, es decir, que sean financieramente soberanos

¿Falta educación financiera en la enseñanza española desde sus primeras etapas?

Sí, ese es un problema grave, por el momento solo estamos advirtiendo de los enormes riesgos que supone invertir en estos activos y que deben ser conocidos y analizados. La única normativa existente en nuestro país al respecto es la Circular de la CNMV sobre publicidad de criptoactivos y la obligación de inscribirse en el registro del Banco de España de quienes ofrezcan determinados servicios (cambio de criptomonedas por moneda de curso legal y custodios de monederos digitales), que deberán disponer de medidas y procedimientos adecuados en materia de prevención de blanqueo de capitales.

Pero esta actividad, ni está sujeta a supervisión ni cuenta con mecanismos de protección al cliente. Debemos empezar a formarles, si es que verdaderamente queremos adultos que se autoprotejan, es decir, que sean financieramente soberanos, que decidan conscientemente y asuman los riesgos de sus inversiones, de cualquier tipo. Esquemas Ponzi, estafas piramidales como las vividas en Fórum Filatélico, por desgracia también existen en el mundo crypto.

La tokenización ha empezado a revolucionar nuestras vidas y, sin embargo, una inmensa mayoría de la población no sabe lo que es. Exponga algún ejemplo práctico y real de lo que supone.

En el laboratorio tenemos varios, pero me gustaría llamar la atención sobre el hecho de que, desde siempre, en múltiples trabajos y conferencias hemos insistido en cómo esta tecnología serviría para dar y vincular la identidad a los datos, lo cual posibilita algo tan simple y tan tradicionalmente mercantil como los pagarés y los préstamos sin garantía y cómo los prestamistas podrían certificar que el usuario no está incurriendo en impagos, y así poder ofrecer créditos sin colaterales, verdaderamente peer to peer (P2P) cumpliendo con la normativa. En la actualidad, este tipo de préstamos son imposibles dentro del ecosistema de las finanzas descentralizadas (DeFi). Identidad descentralizada (autogestionada) en la red siempre ha sido una de nuestras propuestas y ahora es una de las nuevas propuestas del cocreador de Ethereum, Vitalik Buterin, y un grupo de especialistas. Esto podría lograrse mediante los tokens no fungibles de BAES o los que llaman ahora soulbound (SBT) o «ligados al alma», cuyo objetivo es la creación de sociedades descentralizadas o «DeSoc» dentro de la Web 3.0.

Carmen Pastor en la biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Alicante HÉCTOR FUENTES

¿Por dónde aconsejaría empezar a una persona que parta de cero y quiera aprender sobre blockchain y criptofinanzas?

Ahora mismo ya es bastante sencillo, existen buenas obras y cursos de especialización sobre estas materias. Incluso algún Exchange alicantino tiene su propia academia para formar a los inversores. Lo que sí que hay que advertir es que, al igual que en cualquier otro sector, debe formarse y buscar el asesoramiento de verdaderos profesionales.

La descentralización de la web 3.0 y la regulación por parte de un órgano público que garantice en ella los derechos y deberes del usuario parecen, a priori, conceptos incompatibles. ¿Dónde estaría el punto medio que contentara a ambas partes y cómo cree que se podría llegar a él?

Estamos viviendo momentos transcendentales para la humanidad. La UE y sus socios internacionales presentaron una Declaración para el futuro de Internet (conocida como DFI) el pasado 28 de abril de 2022, así como recientemente la European Declaration on Digital Rights and Principles for the Digital Decade. En sus bases, existe una oportunidad única para aprovechar la web 3.0 y "humanizar" el Metaverso, los cambios sociales que desencadenará, ayudar a abordar los problemas ambientales y transformar la forma en que administramos nuestras plataformas. Blockchain podría cambiar fundamentalmente la forma en que los datos, los activos y los recursos laborales se valoran y comercializan, empoderando e incentivando a individuos, empresas y gobiernos a cooperar liberando valor financiero de cosas que actualmente se desperdician, descartan o tratan como económicamente invaluables. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, dijo con ocasión de su presentación: "Internet está al servicio de nuestra libertad individual. Porque el futuro de Internet es también el futuro de la democracia, de la humanidad". Este reciente giro en la llamada por Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Diplomacia Digital europea, podría impulsar un cambio generalizado de comportamiento y ayudar a realizar una economía verdaderamente descentralizada y sostenible. El punto medio de todo será, como se desprende, la identidad digital autogestionada o más conocida como autosoberana y la protección de los derechos fundamentales digitales. Un renacimiento humanista digital es posible.

Los riesgos de una sociedad sin efectivo son de mayor alcance si es monopolizada por las grandes BigTech

¿Hay miopía, miedo o ambas cosas por parte de las autoridades gubernamentales y económicas a la hora de abordar la realidad del uso de las criptomonedas?

Las criptomonedas suponen un gran cambio de paradigma en una época convulsa como la actual. Es lógico que actúen con cautela, la miopía residiría en que no terminan de ver cómo la tecnología Blockchain puede ser utilizada de forma sencilla, "usable", "escalable" y "sostenible", haciendo posible la inclusión financiera en el nuevo mercado, los micropagos, los microcréditos y los intercambios de valor verdaderamente peer to peer (identificables) de forma casi instantánea. Ahora bien, la aplicación más conocida, "las criptomonedas" (anónimas), no están exentas de matices. Resolver potencialmente problemas importantes de identidad para ciertas cosas, por ejemplo, para prevenir el fraude y el abuso, corre el riesgo de sobreidentificarnos y eliminar la posibilidad de permanecer anónimos en cualquier dominio de la vida en el futuro. Son los riesgos de una sociedad sin efectivo, pero incluso de mayor alcance si es monopolizada por las grandes BigTech.

La respuesta del euro digital por parte de la Unión Europea, ¿cree que es la óptima o aboga más por el paso dado en El Salvador?

Me va a permitir que haga una necesaria precisión. Siguiendo la teoría también conocida como nominalista del dinero, hoy compartida por la gran mayoría de autores, tanto economistas como juristas, en nuestro ordenamiento, únicamente los billetes del Banco de España (hoy del Banco Central Europeo), son dinero de curso legal y, por tanto, medio legal de pago con pleno poder liberatorio. Bajo los sistemas monetarios actuales, de monopolio estatal de emisión del dinero de curso legal, es el Banco Central quien determina en última instancia cuánto dinero se crea en la economía. Desde este punto de vista, nada impediría que el BCE diera finalmente el paso a un euro de impresión digital, "con formato token". Otra cosa es cómo afectaría ello al resto de los medios de pago creados por los bancos comerciales y los particulares. Estos son los depósitos bancarios, que usamos a diario para realizar transacciones y saldar deudas. Al conjunto de ellos se le conoce como el dinero bancario y representa el grueso de la oferta de medios de pago existentes en cualquier economía moderna. Son dinero porque nos sirven para hacer pagos: a diario utilizamos tarjetas de débito, cheques bancarios, ordenamos transferencias bancarias, que no hacen más que "movilizar" mediante apuntes electrónicos el dinero que tenemos en nuestra cuenta bancaria a la de un tercero en el mismo o diferente banco.

Está emergiendo un nuevo sistema monetario "alternativo" en el que países de economías débiles o excesivamente dolarizadas buscan nuevas oportunidades

En el mundo de los economistas se distingue entre el dinero legal o base monetaria de la economía, y el dinero bancario, que se conoce por las siglas M1, M2 y M3. De ahí la principal diferencia de las Entidades de Dinero Electrónico (en adelante EDE) con las entidades bancarias tradicionales, ya que éstas a través del sistema crediticio pueden crear dinero, y las EDE no cuentan con esta facultad. Solo se les permite emitir aquellos medios de pago en dinero electrónico que se correspondan con las sumas depositadas. Por esta razón, aparte del formato digital, existen pocas similitudes entre las criptodivisas, -y su especie más conocida el Bitcoin-, y el dinero electrónico tokenizado y las stablecoin, y a su vez de éste con el dinero bancario.

Este esquema que acabamos de esbozar se desdibuja cuando países soberanos determinan como moneda de curso legal a una criptodivisa como bitcoin. Así el pasado 7 de septiembre, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal de intercambio junto al dólar estadounidense (de aceptación obligatoria en las transacciones); a él se ha sumado recientemente la República Centroafricana (RCA), uno de los países más pobres del mundo, adoptando el bitcoin como moneda de curso legal junto al franco CFA, informó el pasado 27 de abril la Presidencia de esta nación y días después la república de Cuba.

Creo, más bien, que está emergiendo un nuevo sistema monetario "alternativo" en el que países de economías débiles o excesivamente dolarizadas buscan nuevas oportunidades, pero no creo que sea el caso de la EU.

¿Acabará desapareciendo el dinero físico o convivirá con el digital? ¿Y los bancos, tal y como los conocemos?

Ninguno de ellos desaparecerá, el dinero físico porque, probablemente, será el único que preservará la privacidad de las pequeñas transacciones, y los bancos porque se adaptarán o jugarán un nuevo rol en el nuevo sistema que se creará en torno al futuro euro digital. Actualmente más del 90% de los euros que existen lo son sólo como saldos, o sea sólo son cifras en los ordenadores que se generan cuando el banco concede créditos y se retiran de circulación cuando los prestatarios pagan su deuda (la reserva fraccionaria). En la idea, aún por definir, de euro digital parece que la provisión de pagos se desvincularía de la provisión de crédito y, según esta lógica, se evitaría la mayoría de las "corridas bancarias". De hecho, se afirma por muchos bancos que la tecnología de contabilidad distribuida (DLT) puede generar nuevos mecanismos de liquidación. Ya en febrero de 2019, el gigante bancario JP. Morgan anunció que estaba lanzando su propia criptomoneda, denominada "JPM Coin", para aumentar la eficiencia de liquidación. Más tarde, incluso se sugirió por su CEO que la moneda podría evolucionar para tener un uso para el consumidor. Ahora mismo el propio sistema interbancario de compensación SWFIT está realizando pruebas de su propio sistema sobre esta tecnología.

Creo que Bitcoin acabará por imponerse en su función como "oro digital"

¿Cuál estima que es el futuro de Bitcoin (moneda, canal de pago, reserva de valor...) y qué valor podría llegar a alcanzar?

Resulta complejo hacer una predicción sobre el futuro del Bitcoin, moneda volátil pero no inflacionaria. Por un lado, de seguirse la tendencia en su adopción como moneda de curso legal puede llegar a ser "el nuevo dólar" de los países pobres. Al mismo tiempo y por otro lado, la reacción de muchos Bancos Centrales que en la actualidad se plantean emitir su propia moneda tokenizada (CBDC por sus siglas en inglés), y controlar la oferta monetaria, y en cualquier caso regularlas. Aquí China podrían disputarle su posición, como moneda de transacción en los intercambios internacionales; el “yuan digital” avanza rápidamente.

Finalmente y en cualquier caso creo que Bitcoin acabará por imponerse en su función como "oro digital". No obstante, podría suceder que terminara prohibiéndose, no abiertamente, pero sí que legalmente resultará muy complejo su uso. En los próximos meses veremos la evolución de la propuesta de reglamentos comunitarios que afectan a los criptoactivos, deberemos estar atentos a ellos.

Cuando todavía no hemos superado la brecha digital, nos llega el metaverso. ¿La hará aún más profunda? ¿Cómo evitar que nadie se quede atrás? Y por otra parte, viendo la dependencia que tenemos actualmente del teléfono móvil no es difícil pensar en un futuro donde haya gente que apenas "salga" del metaverso. ¿Corremos el riesgo de un aislamiento social y una deshumanización con esta nueva realidad?

Hay diferentes planos, el Metaverso, desde un punto de vista tecnológico, la suma de diferentes tecnologías, entre ellas blockchain, permitirá tener en el internet inmersivo el reconocimiento de la propiedad digital y las transferencias de valor. Por no extenderme, me limitaré a hacer una breve reflexión sobre algo muy prosaico, cómo nos mantendremos vivos. Naturalmente si nuestro medio de vida está allí, allí permanecerá "nuestra consciencia" la mayor parte de nuestra vida. En este sentido, nos recordaría a un trabajo "alienante" como el que describía Karl Marx, al referirse a las largas jornadas ante las cadenas de producción y lo que supuso la división del trabajo, entre otras cosas, desapareció el trabajo creativo. En este caso los cuerpos de los operarios pasaban a ser parte del engranaje productivo. Ahora nuestros cuerpos se quedarán fuera de la fábrica y nuestras conciencias formarán parte del software.    

El metaverso supondrá un cambio en todas las profesiones que conocemos

La pregunta será más bien dónde estarán nuestros derechos, obligaciones, privacidad y propiedades, y quién se ocupa de proporcionar alimentos y bienestar para nuestro cuerpo "cuando acabe su jornada en el Metaverso". Naturalmente, tendremos pastores que cuidarán rebaños "reales" para proporcionarnos leche ecológica, sostenible y sanísima. Pastores que, cuando terminen su jornada, se conectarán al Metaverso para probablemente asistir a un concierto de rock o a un congreso de pastores en el que conocer experiencias de otros compañeros de otras latitudes, sin tener que realizar un vuelo transatlántico ni castigar más al planeta, o simplemente con su cooperativa digital que se encarga de comercializar la leche a un precio justo. Seguro que algún lector ha pensado que nadie querrá ser pastor en el mundo real, pudiendo estar en el Metaverso, sin realizar trabajo físico. Tal vez podría hacer su trabajo un pastor digital. Esto ya está sucediendo en la actualidad en el sector primario en España sin Metaverso. Tal vez el problema no sea solo el Metaverso.

En cualquier caso, esto que acabo de exponer de forma simple encierra un cambio en todas las profesiones que conocemos; por ejemplo, desde el punto de vista jurídico, supondrá una complejidad sin precedentes, va a suponer un reto como nunca hemos vivido los juristas, determinar qué es lo real: ¿donde permanezca nuestro cuerpo o donde permanezca nuestra conciencia? Inquietante, ¿verdad?