El Archivo Catedralicio de Orihuela también cambiará de ubicación. Miles de documentos se mudarán al edificio palaciego y los muebles en los que descansan se irán con ellos. La estanterías que dan servicio en la actual sede del archivo desde el siglo XVIII se conservarán. Tras el desmontaje y el posterior montaje de las baldas para trasladarlas, los profesionales trabajan en la recuperación del color original de los muebles. El tiempo dejó su huella sobre la pintura azul en forma de pátina verdosa.

Una vez recuperados los muebles, se procederá al traslado de los documentos, que van desde los registros del cementerio parroquial (el único que existe en Orihuela) hasta las bulas papales que dieron origen a las procesiones de Semana Santa. Las nuevas instalaciones permitirán que puedan venir investigadores a consultar los documentos y reservar un espacio para la digitalización de estos. El Archivo Catedralicio se alojará a partir de ahora en una gran sala de unos 40 metros cuadrados. Los documentos comenzarán a transportarse a la nueva sede en unas dos semanas, según las estimaciones del responsable del registro.

El expediente que el Ayuntamiento de Orihuela tramitó para obtener la declaración de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa se sustentó en un informe histórico salido de este Archivo Catedralicio. Y es que todos los documentos que originaron las primeras procesiones de la Pasión permanecen en este registro.

La bula papal que permitió el primitivo Santo Entierro y las cuentas de las primeras cofradías son algunos de los que tuvieron que consultar Mariano Cecilia y Gema Ruiz, artífices del informe histórico.