Los agricultores se debaten entre introducir una cosechadora o mantener la recolección manual del algodón, como siempre se hizo en la Vega Baja hasta que desapareció el cultivo hace unos 15 años. José Antonio Ruiz, de Callosa de Segura, se mostró partidario que emplear mano de obra y generar así puestos de trabajo, además de evitar que un porcentaje del algodón se quede en el suelo. Otros consideraron que con maquinaria será más rentable y más fácil desmotar después.