La gala tenía por objeto iniciar un proyecto de reeducación de hábitos de familias callosinas con pocos recursos. El objetivo es evitar que los niños sufran determinadas carencias corrigiendo comportamientos de sus padres.

Un vale canjeable por una cena para dos en un restaurante, un corte de pelo gratis o un tratamiento de mesoterapia son algunas de las contribuciones que 27 comercios de Callosa de Segura hicieron para apoyar el bingo benéfico de JAS. Fue una gala en la que además de ganar regalos tan variopintos como ramos de flores, productos de belleza o cestas repletas de fruta, el casi centenar de asistentes pudo disfrutar de la música en directo de los grupos Calle Tijuana y Bubo, se desternillaron escuchando divertidos monólogos, degustaron un ágape por cortesía de algunos establecimientos de la localidad y demostraron que la crisis económica no tiene por qué aminorar el valor de la solidaridad.

El proyecto que JAS ha emprendido en esta ocasión tiene como objetivo trabajar hábitos de higiene, de alimentación y tareas de la vida cotidiana con familias que presentan carencias en esos u otros ámbitos y cuyas acciones repercuten en la calidad de vida de sus hijos. Una iniciativa que desarrollarán con la colaboración de Cáritas, cuyas trabajadoras sociales, harán la selección de las familias que participarán en una iniciativa que se extenderá unos seis meses.

Inculcar

La idea por la que apuesta JAS es que para suplir ciertas carencias en los niños, se debe de trabajar con sus padres, transmitiéndoles hábitos que estos inculcarán en los menores.

En este sentido, el secretario de proyectos de la organización, Roberto Hernández, cuenta que se trabajará "con cada familia por separado, puesto que cada una requiere una intervención distinta, por eso se desarrollarán programaciones específicas para cada una de ellas. Del seguimiento se encargarán trabajadores sociales". Hernández no critica la labor que Cáritas hace de repartir alimentos entre las familias que tienen serias dificultades, pero asegura que el proyecto que ya está desarrollando JAS es algo totalmente distinto. "Hay familias que visitan el centro de Cáritas y son asesoradas u orientadas, pero desde dicha organización no se hace un seguimiento directo en las viviendas de las familias. Lo nuestro es un proyecto cuyos frutos permanecerán en el tiempo".

Para impulsar la nueva iniciativa, los participantes en la jornada solidaria colaboraron comprando una entrada que costaba 10 euros y que incluía cinco cartones para participar en el bingo benéfico. El resultado: Casi un centenar de participantes, los primeros 1.200 euros para comenzar el proyecto de reeducación y dos espontáneos que organizaron una rifa con algunos cuadros pintados por ellos que permitió que se recaudaran más fondos. En definitiva, un llamamiento a la solidaridad que ha sido respondido una vez más por un pueblo que sigue apoyando las iniciativas de JAS para contribuir a mejorar la calidad de vida de la infancia.