El biólogo Enric Ballesteros, ponente esta semana en el ciclo de Casa del Mediterráneo sobre el medio ambiente, apela al cumplimiento de la legislación para reducir las agresiones que sufre el mar. Ballesteros minimiza el impacto en el mar del vertido de la salmuera de las desaladoras.

¿En qué estado se encuentra la flora marina en el Mediterráneo, un mar muy presionado por la pesca de arrastre y los vertidos?.

Sufre una degradación importante como consecuencia de los impactos que recibe concentrados sobre todo en la parte europea. La pesca de arrastre y la destrucción que se lleva a cabo en el litoral con regeneraciones articiales de playas, construcción de puertos deportivos en la línea costera son fatales. Lo cierto es que el control de la contaminación ha mejorado mucho en los últimos años con la mejora de la depuración de las aguas y en general de los vertidos, pero sigue habiendo temas preocupantes.

¿Cómo ve la pradera de posidonia oceánica, responsable de la oxigenación del mar?.

No sólo es importante la posidonia. Todas las plantas hacen su función. En cuanto a las praderas de posidonia, en el Mediterráneo español se encuentran en regresión y ahora mismo hay un debate, pero también es cierto que según varios estudios, hay una cierta estabilización.

¿Qué habría que hacer para contribuir a su conservación?.

Cumplir la legislación. Por ejemplo, mientras la pesca de arrastre siga produciéndose a menos de 50 metros de la costa continuará destruyéndose la pradera de posidonia. Para frenar las agresiones al litoral hay que cumplir la normativa.

Posidonia que está amenazada por las especies invasoras.

Un problema muy importante. En el litoral del Mediterráneo español hay una especie invasora, la "caulerpa racemosa" que transforma por completo los fondos marinos. Sería un desastre que llegara a la reserva de Tabarca.

¿Conoce la problemática de la provincia con el uso del agua dulce, la sobreexplotación de acuíferos, la polémica de los trasvases. ¿Qué opina de las desaladoras?.

No voy a entrar en el tema socieconómico, pero desde el punto de vista ambiental las estadísticas demuestran que si el vertido de la salmuera se hace como se debe, el efecto sobre los ecosistemas es mucho menor comparado con las agresiones sufre el litoral. Si se hace bien, no hay problemas.