La pendiente que adquiere la Plaza de la Constitución tras las obras de remodelación a la que está siendo sometida ha creado un desnivel que enviaría las aguas de lluvia que se recojan en la superficie del Paseo a la calle Virgen del Pilar, ubicación que carece de colector de pluviales y que embolsaría una mayor cantidad de agua en la parte más cercana a los comercios ya que se ha aumentado la pendiente de la propia carretera, que entre bordillo y bordillo llegaría a adquirir una inclinación de hasta un 5%.

Esto ha creado cierta expectación entre vecinos y comerciantes, que temen que con la lluvia llegue la entrada de agua en sus negocios, que para más perjuicio están situados por debajo del nivel de la acera. Además las bolsas de agua dificultarían el tránsito de personas. En este sentido Izquierda Unida ha solicitado que se convoque la Comisión Municipal de Urbanismo para analizar la situación y estudiar la posibilidad de colocar imbornales que recojan las pluviales y las evacuen.

El edil de Urbanismo ha instado a IU a que espere a la finalización de las obras para emitir juicios ya que según la versión oficial, el arquitecto técnico y el director de la obra ya tenían prevista la inclusión de imbornales en una modificación del proyecto hecha a posteriori y que presumiblemente solucionaría la problemática. En cualquier caso tenía pensado caso convocar la comisión solicitada para tratar este y otros temas.