Las obras de desdoblamiento de la carretera nacional 332 entre Guardamar del Segura y Torrevieja tocan poco a poco a su fin 13 años después de que el Gobierno y la Generalitat firmaran un pacto para convertir la carretera en una vía parque de dos carriles, y tras muchos meses de obras, con parones incluidos por falta de pago del Ministerio de Fomento. Subdelegación del Gobierno en Alicante confirmó ayer que mañana se van a abrir al tráfico dos tramos ya desdoblados de la N-332 y que a finales de agosto toda la vía -que soporta un intenso tráfico sobre todo en verano- estará por fin desdoblada.

En concreto, los tramos que se abrirán mañana serán el que va del punto kilométrico 71,7 al 69,4 en dirección a Cartagena, y el que va desde el 68,6 hasta el 71,7 en dirección Alicante. Corresponden, aproximadamente, a la distancia entre la rotonda sur de Guardamar del Segura y el acceso a la Playa del Moncayo.

Desde el pasado lunes se está permitiendo la circulación en un kilómetro añadido, entre el 67.4 y el 66,5 en dirección a Cartagena (entre Torrevieja y la entrada al residencial La Laguna, en las proximidades de un camping abandonado y la vieja discoteca "Cheyenne"). Estos pequeños tramos se suman al grueso de la carretera, ya desdoblada, en el recorrido restante hasta La Mata y Torrevieja.

Desde Subdelegación del Gobierno también explicaron que hay más zonas prácticamente acabadas y en condiciones para el paso de vehículos, pero en las que se mantiene un carril cerrado para garantizar la seguridad de los operarios que se afanan en dar los últimos toques a la obra y para maniobrar con maquinaria o camiones. De hecho, ya hace semanas que se está embelleciendo la mediana con jardinería o que se están instalando las farolas y los quitamiedos.

En todo caso, el tramo más conflictivo es sin duda el Moncayo, donde entronca la carretera CV-895 (hacia Los Montesinos). En este punto se ha diseñado un cruce de carreteras a dos alturas, y desde hace unos días los vehículos en dirección a Alicante ya atraviesan por debajo, mientras los que se dirigen a Cartagena siguen pasando provisionalmente por arriba.

La totalidad de la carretera se abrirá con dos carriles en cada sentido a finales de agosto, según los plazos que maneja Subdelegación. Sólo quedarán por finalizar pequeños accesos a la vía. En cualquier caso, desaparecerán los conos, las señales de limitación de velocidad por obras o las barreras con las que se ha ido desviando el tráfico para avanzar en los trabajos sin impedir la circulación de vehículos. Y acabarán, con ello, las eternas colas que cada verano han caracterizado a la N-332 en el litoral de la Vega Baja, pues el tramo entre Torrevieja y Orihuela Costa ya se abrió hace un par de años. Queda sin embargo sobre la mesa el que atraviesa el casco urbano de Torrevieja, que tiene dificultades especiales y costará 35 millones de euros. La N-332, a su paso por la Vega Baja, desde Guardamar a Pilar de la Horadada, seguirá estrangulada al cruzar la Ciudad de la Sal dejando inacabado este viejo sueño.