Por un lado es un terraplén, por el otro una rampa de hormigón y por enmedio un trayecto de dieciséis metros lleno de obstáculos. Es el "presunto" paso peatonal subterráneo del punto kilométrico 64,8 de la Vía Parque, la nueva Nacional 332 desdoblada que inauguraron la ministra Leire Pajín y una cohorte de políticos el lunes pasado. Cortaron la cinta por arriba y se felicitaron de que la obra esté por fin concluida tras cuatro años de trabajos y una inversión de 25,7 millones de euros. Pero no mostraron el trasfondo, y es que la calzada que estrenan los coches no tiene aún marcas de rodaduras, las farolas relucen y las adelfas de la mediana se riegan por goteo, pero mientras tanto los peatones y los ciclistas no pueden cruzar de un lado a otro en la zona de urbanizaciones del sur de Guardamar, en el límite con La Mata (Torrevieja).

El paso subterráneo es impracticable, está lleno de escombros y sin pavimentar, pero sólo se accede a él si se tiene la osadía de descender las rampas que a un lado y a otro se convertirán algún día en escalones o en pendientes menos inclinadas por las que sí pueda bajar -y más difícil aún, subir- una silla de ruedas. De momento, con la Vía Parque "puesta en funcionamiento definitivo", según dijeron los técnicos de Fomento el día de la inauguración, descender no es ni fácil ni recomendable. Menos aún para personas de avanzada edad, con movilidad reducida o con niños.

Cuatro carriles

Sin embargo no hay otro modo de cruzar mientras la obra no se acabe, y los peatones que acostumbran a pasear a sus perros o a hacer deporte en el entorno de las salinas se exponen a cruzar cuatro carriles sin paso de peatones, pues la vía es una carretera nacional sin cruces ni pasos a nivel. Algunos vecinos confiesan que aprovechan que los coches bajan la velocidad en las rotondas, porque las alternativas en este punto son o bien caminar unos dos kilómetros hacia el norte y cruzar por la pasarela elevada de la Urbanización La Laguna (casi en El Moncayo, el enlace con la carretera a Los Montesinos) o bien caminar hacia el sur y cruzar por la glorieta inferior que hay junto al centro de interpretación del Parque Natural, ya en La Mata.

Varios vecinos se plantaron en la inauguración para encontrarse con técnicos y políticos y trasladaron sus quejas a este diario. Mr. Fitzmaurice, británico y con residencia en la zona, lamentó que no se haya dado solución aún a este paso peatonal y mientras tanto se anuncie que las obras están concluidas. Otro vecino que no dio su nombre preguntaba por qué los políticos inauguran las infraestructuras antes de acabarlas, y ambos insistían en que las fotos no se hicieran junto al monolito conmemorativo, sino en los rincones más escondidos que no se mostraron en el acto protocolario.

Los residentes estarán ahora atentos a si los obreros y los ingenieros abandonan la zona porque la foto ya está hecha, señalaron a este diario. Por lo que a ellos respecta el desdoblamiento de la nacional limita sus desplazamientos, al menos mientras las obras no acaben de verdad.