La Dirección Territorial de Alicante, que tiene que determinar por dónde se dibuja el deslinde de la costa que afectará al término municipal de Orihuela, desplazará a sus técnicos a partir de abril para que estudien sobre el terreno cómo dibujar esta franja de territorio protegido. El edil de Urbanismo de Orihuela, Antonio Zapata (PSOE), y el de la Costa, Bob Houliston (no adscrito), se reunieron la semana pasada en Alicante con los técnicos después de una primera toma de contacto realizada en Orihuela a mediados de noviembre con la jefa de Costas.

Sin embargo, aseguran que aún no se puede hablar de afecciones porque la línea no está dibujada sobre el plano, y sobre todo porque las escalas del papel no siempre coinciden con la realidad. Así, se puede dar la circunstancia de que una franja que en los mapas cartográficos sea de unos pocos metros se convierta después en la realidad en una trinchera que determine afectar o no a las construcciones de primera línea, tal y como señaló Zapata.

La Ley de Costas se sirve del deslinde para delimitar el dominio público marítimo terrestre y trazar la línea que lo separa del dominio particular. El deslinde es precisamente esa línea, que contempla toda una franja de terreno que es de propiedad privada pero que se reserva como servidumbre de protección. Por tanto, el terreno y las propiedades que queden dentro de esa franja se tendrán que someter a ciertas restricciones.

En el caso de Guardamar del Segura y de La Mata, la primera propuesta de deslinde (después corregida) afectaba a parcelas privadas e inmuebles en los que se limitaba el número de plantas a construir o se señalaba que cualquier obra necesita de un permiso especial. Por ello, los propietarios afectados por los deslindes suelen alzarse en pie de guerra considerando que afecta al valor de sus terrenos o a sus posibilidades. En Orihuela los detalles se conocerán a partir de abril.