La Gloriosa Enseña del Oriol, popularmente conocida en Orihuela como El Pájaro sin más, es un estandarte del siglo XVI que cada 17 de julio pasa 24 horas expuesto en el balcón del Ayuntamiento de Orihuela y es exhibido en procesión por el Síndico portador (este año Manuel Hernández Terrés) y los concejales de la corporación. A consecuencia del paso de los siglos y de las inclemencias del tiempo tuvo que ser restaurada en varias ocasiones, la última en 2009 a cargo del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración valenciano (IVACOR) y para evitarle tanto trajín se le construyó una réplica recibida por el Ayuntamiento de Orihuela en 2007, siendo alcaldesa Mónica Lorente (PP), que costó 29.000 euros.

Pero a la original aún no se le concede descansar en una urna. ¿El problema? Que no se ha realizado el acto protocolario de traspaso de poderes necesario para que la réplica adquiera los honores de la original, un estandarte que cada 17 de julio baja en vertical por el balcón del Palacio del Marqués de Arneva porque tiene el privilegio de no inclinarse ante nadie salvo ante Dios y el Rey. Ante Dios se inclina una vez al año ese día, el Día del Pájaro, porque se celebra una misa en la Iglesia de las Santas Justa y Rufina y el Síndico realiza el simbólico acto de hacer con ella una reverencia ante el altar. En cuanto al Rey, la réplica nunca se ha encontrado con un Borbón, por lo que se podría decir que la monarquía tiene una visita pendiente a Orihuela.

Al parecer (según Patrimonio) ese acto protocolario no se ha realizado por ahora porque no se sabe cómo hacerlo. Y es que el único referente que existe sobre traspaso de poderes entre banderas tiene que ver con la tradición militar y tiene un fuerte componente religioso que, en un estado aconfesional, no tiene mucho sentido. Por eso es el área de Protocolo del Ayuntamiento la que tendría que decidir cómo hacerlo y ante quien (en ocasiones se ha hablado del presidente del Consell). El edil de Protocolo y portavoz de CLr, Pedro Mancebo, no atendió ayer las llamadas de este diario.

La Reconquista se celebra desde 1400

La primera noticia documental de la bandera data de 1357, cuando el infante don Fernando de Aragón, marqués de Tolosa y Señor de Orihuela, la llevó consigo al Cerco de Jumilla para enfrentarse a las tropas del Rey de Aragón. En 1400 se declaró festivo el 17 de julio (día de la Reconquista y de las Santas Justa y Rufina) y se acordó sacar la señera de la Villa, aunque en 1521 fue arrebatada por el marqués de Los Vélez. La nueva, confeccionada en 1558, podría ser el origen de la actual según el cronista oficial, Antonio Luis Galiano. La primera referencia a ella es de 1600, aunque algunos detalles del bordado son posteriores. El Oriol de plata sobredorada que remata el asta de madera es de 1732 (de Vicente Robira). redacción