La exposición museística permanente sobre la imprenta en Torrevieja supone un recorrido distinto por la historia de la ciudad a través de las máquinas de impresión. En la muestra abierta al público y que es posible visitar cada martes en el 53 de la torrevejense calle Hermanos Bazán, en el popular barrio del Calvario, donde se puede contemplar desde un equipo informático Mac,"jurásico" y que en su momento revolucionó la edición impresa, que todavía "arranca" , hasta una máquina de imprimir que desde finales del siglo XIX hasta nuestros días ha pasado por las manos de los principales profesionales de las artes gráficas de la ciudad.

A estos artilugios que tuvieron indudable importancia, no sólo en la difusión de la cultura local con mayúsculas sino en la vida cotidiana de miles de torrevejenses a lo largo del tiempo en forma de convocatorias, esquelas o recordatorios de comunión, se unen miles de objetos relacionados con el trabajo de copistería y de oficina.

Cajas de tipos -también con la apreciada letra inglesa-, fotografías de la ciudad, ejemplares de postales, libros y reproducciones, máquinas de mecanografiar, ventiladores... Todo coleccionado y conservado con el tesón de la trayectoria de la vida en el oficio de Miguel Aráez, que aprendió en los torrevejenses talleres de la imprenta Cerezuela allá por los años cincuenta, para formarse después en Suecia y regresar a su ciudad a montar su propio negocio en Gráficas Torrevieja. Una de las joyas de esta muestra es la imprenta Minerva de 1880 que sirvió para abrir "el primer establecimiento tipográfico" de la ciudad de la mano de la familia Brunneto y donde se editó el primer diario de la ciudad . La misma máquina Minerva que Aráez pone en funcionamiento orgulloso, pasó a manos de la imprenta de Acacio Rebagliato, a los Cubí, a los Martínez y finalmente a los Cerezuela, nombres todos que junto a Buades forman la historia de la reprografía local.