Elda se paró anoche por unos minutos en uno de los momentos más especiales y emotivos de la Semana Santa por la Procesión de Traslado y Encuentro de la Santa Mujer Verónica y Nuestro Padre Jesús Nazareno. Así, y como marca la tradición, el Martes Santo volvió a cautivar a más de 1.000 personas, que acudieron a la plaza del Zapatero agolpando las inmediaciones para revivir una de las noches más emotivas en Elda. En este año, tal y como se había programado, se adelantó en una hora todos las procesiones y la Santa Mujer salió alrededor de las 21 horas desde la parroquia de San José Obrero, acompañada por la cofradía de la Verónica y su banda acompañada por la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y su banda. Los trajes de penitente azul y blanco se confundían con los tonos blancos y negros al paso de los cofrades por las calles Sax, Novo Hamburgo, Luis Buñuel, Ortega y Gasset, Dahellos, Emilio Rico y Zapatero.

Nuestro Padre Jesús Nazareno cruzaba el umbral de la iglesia de la Inmaculada acompañado de su cofradía y de la cofradía del Santo Calvario pasadas las 22 horas. Las cofradías resaltaban en la noche por su color morado y negro, rojo y escarlata, a su paso por Quijote, Hilarón Eslava y hasta su llegada a la plaza del Zapatero.

Bendición

El instante más esperado en el que ambas imágenes se encuentran frente a frente llegó pasadas las 23 horas donde bajo la atenta mirada de cientos de personas en la plaza del Zapatero, se llevó a cabo la alocución del relato del Vía Crucis en el que Verónica limpia el rostro a Jesús en una de sus caídas y, sobre todo, el momento en el que la Santa Mujer abre el pañuelo con el rostro de Cristo dibujado mientras la banda de la Verónica interpretaba el Himno Nacional. El Nazareno repartía entonces su bendición a Elda antes de que ambas cofradías se encaminaran hacia Santa Ana.