La cooperativa pilareña Flomar, la más grande en volumen de negocio de la Comunidad Valenciana, comercializará entre 1,5 y 2 millones de tallos de flores con motivo de la festividad de Todos los Santos. La recolección y manufactura de este producto alcanza estos días su punto álgido y son cerca de cincuenta empleados los que trabajan a marchas forzadas para ultimar la producción y distribución de los ornamentos florales con los que tradicionalmente los españoles rinden tributo a los seres queridos que han pasado a mejor vida.

Las ventas durante la campaña del 1 de noviembre suponen entre un 10% y un 15% de total de la producción anual para esta cooperativa con base en Pilar de la Horadada que agrupa a cerca de 70 socios. A pesar de la crisis económica que asedia a las economías familiares, los productores esperan alcanzar el mismo volumen de negocio del pasado año. En fechas tan señaladas como el 1 de noviembre, la tradición parece que pesa más que las dificultades y son muchos los españoles que volverán a hacer un sobreesfuerzo para adquirir ornamentos con los que mostrar su afecto a los que ya no están.

Aunque el volumen de encargos que llegan desde las floristerías de media España hasta Flomar se ha mantenido con respecto a años anteriores, lo cierto es que ha cambiado el tipo de producto que demandan los clientes, que se decantan ahora por variedades de flores más económicas. Ello ha traído consigo un cambio en la producción de las cerca de 50 hectáreas con invernaderos que mantienen plantaciones de flores en Pilar de la Horadada. Los productores se adaptan así a las exigencias del mercado, que opta ahora por reducir costes en la adquisición de ornamentos florales aunque, a priori, no suprime las compras en campañas como la de Todos los Santos, según mantiene el gerente de la cooperativa, Francisco Carrasco.

Artículo de lujo por el IVA

El incremento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que grava este producto, que ascendió el pasado año desde el 8% al 21%, no ha ayudado al sector y ha motivado que la flor esté considerada cada vez más un artículo de lujo cuyo consumo desciende durante el resto del año, algo que se nota en otras grandes campañas como por ejemplo San Valentín.

Sin embargo, la cooperativa Flomar, con más de 30 años de experiencia en el mercado de la floricultura, mantiene que está logrando capear los efectos de la crisis gracias en parte a las exportaciones, que suponen ya un 20% del volumen de comercialización total. Principalmente, son los mercados italiano, francés y portugués los que más productos importan durante todo el año procedentes de esta localidad del sur alicantino. En octubre, en cambio, apenas se registran exportaciones al extranjero debido a que el 100% de la producción se destina exclusivamente a hacer frente a la elevada demanda que se genera por la festividad nacional de Todos los Santos.