Un inglés de 73 años, residente en Almoradí, falleció ayer por la tarde en la vivienda que ocupaba, en una planta baja de un edificio situado en la calle Daya Nueva número 5, a consecuencia de un incendio que se inició en el salón y que apenas generó llama por lo que no hubo ni que desalojar el inmueble, según los datos recabados por INFORMACIÓN.

De las investigaciones se ha hecho cargo la brigada judicial de la Guardia Civil de Almoradí, aunque todos los indicios apuntan a un accidente. A última hora de la tarde el juzgado autorizó el levantamiento del cadáver que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense donde se le practicará la autopsia que cerrará este trágico óbito, el primero de estas características en la Vega Baja este año.

El servicio de emergencias recibió una llamada advirtiendo de la presencia de humo en una casa de Almoradí sobre las 16.56 horas, según confirmó el gabinete de Prensa de la Diputación de Alicante. Los bomberos se trasladaron con rapidez al lugar y tuvieron que forzar la puerta para acceder al interior pues nadie respondía. Equipados con equipo de oxígeno, entraron al salón que estaba cerrado y cubierto por un espeso humo; de hecho, esta circunstancia, el que en la habitación no hubiese más oxígeno, provocó que la combustión se produjera de una forma lenta, prácticamente sin llama. Los bomberos descubrieron una estufa y, muy cerca de ella, una manta completamente calcinada que fue la causa del incendio. En el suelo se encontraba sin vida el propietario, al parecer, muerto por asfixia. Todos los indicios apuntan a que cuando quiso darse cuenta, ya era tarde y no pudo salir a pedir ayuda. Los bomberos cerraron el servicio a las seis de la tarde.