El Partido de la Costa (Claro) en Orihuela usó ayer los calificativos de «engaño, decepción y desencanto» para referirse a la declaración de parte de Cala Mosca como microrreserva de la flora porque, aseguró, lo que ha hecho la Conselleria de Medio Ambiente ha sido limitarse a protegen el trazado de la cañada real, pero ni tan siquiera los lugares donde crece la «jarilla de cabeza de gato», una especie protegida de la que hay unas 5.000 en esta zona del litoral.

Las 2,9 hectáreas cubren parte de las 3,5 que el Ayuntamiento solicitó, lo que no deja de ser poco más del 10% de la superficie de este paraje donde está previsto la construcción de hasta 1.500 viviendas en lo que es el último kilómetro virgen del litoral oriolano. Cuando en 1990 se aprobó el PGOU no era necesario informe de impacto ambiental. En 2007 el Ayuntamiento aprobó el proyecto urbanístico de la mercantil Gomedio investigado por la UE tras una denuncia de Claro.