La falta de coordinación entre concejalías ha obligado a trasladar varios actos previsto en La Lonja para marzo. El problema ha surgido por la organización este año del Salón del Libro un mes antes de lo habitual (para evitar la coincidencia con las vacaciones), lo que ha supuesto un solapamiento con otras actividades, entre ellas algunas de la Semana Santa. El problema radica en que Cultura, que es el área encargada de autorizar las reservas de espacios, como el Teatro Circo, la Biblioteca, o la propia Lonja, no autorizó dicha reserva. Las peticiones de las distintas concejalías para eventos se tramitan a través del sistema informático Gestiona y son remitidas a Cultura, que responde a las solicitudes. Ahora bien, la realizada por Educación se efectuó hace meses, pero no se aprobó al no concretar fechas y pretender una reservar por un periodo muy largo de tiempo, según trasladaron fuentes de Cultura a este diario. Sin embargo, desde la Concejalía de Educación, consideraron este silencio administrativo como una autorización, por lo que se iniciaron los trámites para contratar todo lo relativo al Salón del Libro.

La sorpresa vino cuando comenzó el montaje del Salón y se presentó el programa de actividades, que coincidía en tiempo y lugar con eventos programados por Cultura en beneficio de varias entidades, como la asociación Clara Campoamor o cofradías de la Semana Santa. Mientras que algunos colectivos aceptaron el cambio de ubicación propuesto por Cultura, otros, como el caso de la Junta Mayor, lo rechazaron al tener el permiso concedido desde hacía meses, Así el pasado sábado, para que la Semana Santa pudiera presentar su muestra de fotografías se tuvo que desmontar una parte del Salón del Libro, en la parte de atrás de La Lonja, y dejar este reducido espacio a la Semana Santa.

Lo mismo ocurrirá mañana cuando se presentará el libro de la Semana Santa de Orihuela, a las 20.30 horas. Por la tarde está prevista que una de las conferencias del Salón del Libro se alargue hasta esa hora, por lo que se tendrá que recortar para dar cabida a los dos eventos. Esta situación obligó a intervenir en este conflicto entre concejalías también a Festividades, de quien depende la Semana Santa.

En definitiva, una falta de comunicación entre Educación, gestionada por Begoña Cuartero (PP) y Cultura (Cs), que ha desencadenado un malestar entre varias asociaciones y colectivos de la ciudad.