La borrasca Filomena dejó una nevada histórica en España en la primera mitad de enero. Las bajas temperaturas mantuvieron el manto blanco durante dos semanas. Pero los frentes de lluvia y el aumento de las temperaturas de los últimos días han provocado el deshielo de esa nieve acumulada que ya ha inyectado 41 hectómetros cúbicos en los embalses de cabecera del Tajo y el Segura solo en la última semana, según los datos del Ministerio de Transición Ecológica. Se trata de las dos cuencas hidrográficas de las que depende el suministro hídrico de buena parte de la provincia de Alicante.
Los embalses de Entrepeñas y Buendía, situados en la cabecera del Tajo, han recibido 26 hectómetros cúbicos entre el 19 y el 26 de enero: Quince en el embalse de Buendía y once en Entrepeñas. Suponen una mínima parte de los 214 de aumento de reservas que se ha registrado en toda la cuenca del Tajo en solo siete días. Pero son los más importantes para la provincia porque de la situación de esos embalses depende la posibilidad de realizar trasvases. Ahora cuentan con agua almacenada suficiente para garantizar de momento el trasvase hasta pasada la primavera.
En las próximas semanas podrían sumarse nuevas reservas hasta aproximarse a los 700 hectómetros lo que puede garantizar los trasvases hasta el verano, el momento en el que la demanda del sector agrícola es mayor. Ambos reservorios de agua aunque siguen muy por debajo del 50% de su capacidad total, suman unas existencias conjuntas de 645 hectómetros cúbicos en estos momentos. Son 245 por encima del límite de 400 a partir del cual las normas de regulación del trasvase permiten enviar recursos a la Región de Murcia y la provincia de Alicante a través del acueducto Tajo-Segura. Si las reservas se mantienen por encima de los 600 hectómetros entre ambos embalses se podrían autorizar trasvases de 38 hectómetros mensuales hasta abril.
Un tercio
La cuenca del Tajo tiene su red de embalses al 51% de su capacidad (5.646 hectómetros), algo más que en la misma semana del año pasado y acercándose a la media de la última década. Un dato que puede dar una dimensión de la importancia de la acumulación de esas reservas de agua en un periodo tan corto de tiempo: Esos 41 hectómetros acumulados de forma natural equivalen a más de la mitad de la producción anual de agua desalinizada de la planta de Torrevieja, que es la más grande de Europa.
Los aportes en la cabecera del Segura son más discretos pero también relevantes. 15 hectómetros solo en una semana. La mayor parte concentrados en el embalse de Fuensanta. La cuenca del Segura cuenta esta semana con 426 hectómetros cúbicos. Sus embalses están al 37% de su capacidad, un 2% más que en el mismo periodo de 2020. Y es que el azote de la DANA de septiembre apenas tuvo impacto en las reservas hídricas del Segura pese a descargar en algunos puntos hasta quinientos litros por metro cuadrado porque se centró en las zonas litorales y de la Vega Media.
Los altiplanos que recargan el río Segura -los campos de Hernán Pelea- y su afluente el río Mundo presentan durante las últimas jornadas un aspecto espectacular, como el propio nacimiento del Segura. Las precipitaciones en forma de nieve hasta cotas relativamente bajas va a permitir además una forma de recarga de los acuíferos a medio plazo que garantiza una aportación mayor de agua que las precipitaciones torrenciales.
Pese al avance de la desalinización, la utilización de aguas depuradas para el caso de la agricultura y del trasvase Tajo Segura, de los recursos propios de la cuenca del Segura sigue dependiendo un tercio de la demanda anual de agua de la cuenca hidrográfica, tanto para suministro urbano como para la actividad agrícola en Murcia, una parte de Almería y la mitad de la provincia: Vega Baja, Baix Vinalopó y las ciudades de Alicante y Elche.
Las reservas en la cabecera del Segura garantizan sobre todo el caudal natural de riego en el río y el abastecimiento a las huertas tradicionales de la Vega Media (Murcia) y la Vega Baja. Como ejemplo del peso de los recursos propios en el balance hídrico del sureste peninsular, de los casi 200 hectómetros cúbicos que distribuyó la Mancomunidad de Canales del Taibilla para el consumo de «boca» a los municipios mancomunados en Murcia, Almería y Alicante en 2019 50 todavía tenían su origen en la cuenca del Segura, 78 del trasvase Tajo-Segura y 68 de la desalinización de agua del mar.
