La plataforma Segura Transparente Vega Baja ha querido pronunciarse sobre la polémica de la aprobación de las nuevas reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura. Este colectivo considera, en primer lugar, que no ha existido este trasvase Tajo-Segura, “ha habido y hay un trasvase Tajo- nuevos regadíos”. Además considera que la competencia que ha hecho el trasvase, desde que se puso en marcha a principios de los años ochenta, al riego tradicional de la huerta “ha sido bestial en todos los sentidos: Mercados, precios, cantidad de agua y calidad de la misma tanto en el agua superficial como en la subterránea”. Segura Transparente, que tiene como portavoz al profesor José Manuel López Grima, advierte que el impacto medioambiental que produce el trasvase, tanto en el Mar Menor como en el río Segura, “ha sido y sigue siendo incalculable”.

Agricultores

Segura Transparente recuerda además que la propiedad del agua “no es de agricultores ni compañías eléctricas, es un patrimonio universal que debe disfrutar en igualdad de condiciones todos los seres humanos y sus hábitats respectivos”. Los ríos deben seguir siendo fuentes de vida hasta el mar” y “no se puede permitir que el Mar Menor, el río Segura y sus afluentes se conviertan en vertederos de todos los residuos que generan los riegos del trasvase”, en opinión de este colectivo.

La plataforma asegura que las aguas que se utilizan para regadío en la Vega Baja, “cada vez vienen más contaminadas por nitratos, fosfatos, herbicidas, pesticidas y alta salinidad, debido a los retornos de los nuevos regadíos del trasvase”.

Plan de Cuenca

La misma fuente considera que plantear la revisión del Plan de Cuenca del Segura -documento en cuyo debate público ha participado- el trasvase “como un sistema único de gestión del agua de la cuenca, nos sitúa en un déficit estructural cada día mayor. Abogamos por separar la gestión del agua del trasvase de la del río”, porque, agrega el colectivo conservacionista “no se hace resiliente un territorio y a sus gentes, generando permanentemente una demanda muy superior a sus recursos disponibles”. A juicio de Segura Transparente los modelos de plantaciones y roturaciones a favor del sentido de la pendiente hace al territorio “menos permeable y provoca avenidas de agua y fangos ingobernables en las vegas del río”.

Ante un cambio climático, “que ya nadie discute, la disponibilidad de agua es una incógnita de difícil solución. No es sostenible, ni en el tiempo ni para los ecosistemas, que una cuenca deficitaria trasvase agua a otra cuenca que también lo es”, agrega la Plataforma, heredera ahora de los movimientos sociales y de agricultores tradicionales que en los últimos treinta años han reivindicado la mejora ambiental del río Segura.