En pleno 2021 hay docenas de kilómetros de cauces de rambla e incluso del río Segura y sus afluentes para los que la Confederación Hidrográfica (CHS) todavía no ha fijado una delimitación del dominio público hidráulico en un expediente. Conoce cuáles son los cauces, pero su zona de servidumbre y policía no está reflejada como se suele decir, negro sobre blanco, en ningún documento y solo se respetan en función de la normativa genérica. Algo que ha provocado la ocupación de cauces que deberían estar consagrados exclusivamente al paso de agua en caso de avenidas, por viviendas y sobre todo actividades agrícolas, en esos terrenos que son dominios del agua cuando viene.
El Plan de Cuenca del Segura, en exposición pública, dice que ahora se va a actuar en base a la experiencia acumulada en los últimos años, con las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías en el marco del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Húmedas y en atención a las peticiones de colectivos conservacionistas en el debate de temas importantes del nuevo plan de cuenca. Peticiones que se centraron en evitar las consecuencias de episodios de gota fría como el de la DANA de 2019 con medidas tan naturales como evitar que los cauces sean ocupados o se estrechen con bancales, aparcamientos e incluso viviendas.
La previsión de delimitación es «prioritaria» y en la Vega Baja supera los 50 kilómetros de longitud. El tramo más importante es quizá el cauce de la Rambla de Abanilla-río Chícamo, 14 kilómetros entre la carretera de La Matanza en Orihuela y la desembocadura del río Segura, y cuya avenida provocó enormes daños en Orihuela en la inundación de 2019. En la memoria permanecen las imágenes de docenas de vehículos del aparcamiento de una concesionaria que terminaron flotando, o el devastador impacto de la misma rambla en el polígono industrial Puente Alto. La situación de este dominio público es tan anómala que la CHS llegó a realizar un proyecto para su encauzamiento en 2009, al que se opuso entonces el Ayuntamiento de Orihuela. Será tema conflictivo en este expediente fijar dónde está el punto de desembocadura del Segura, ya que desde el azud de Benferri la rambla se bifurca en varios ramales. Otra de las actuaciones relevantes es la tramitación pendiente para el Río Seco, un cauce con aportación continua de caudal en buena parte de sus tramos durante todo el año que nace en las estribaciones de Sierra Escalona. La propuesta del plan dispone delimitar el dominio público desde el puente de Pinar de Campoverde hasta su desembocadura en Mil Palmeras -Pilar de la Horadada- a lo largo de 11,5 kilómetros. También relevante es el previsto para la Rambla Salada (Albatera), 8 kilómetros entre el Canal del Taibilla y la autovía Alicante- Murcia que acaban en la red de azarbes del Segura. Además se va a actuar para delimitar dos ramblas de la Sierra de Orihuela: San Cristóbal y Los Hoyos, con un deslinde de un kilómetro cada una, rambla de Los Balcones en Torrevieja (1 km) , Barranco de Lucas (2,8 km) en Albatera y los barrancos del Sendre y del Bosch en Crevillent. Esta última delimitación (2,8 km) desde 400 metros aguas arriba de la N-340.
También para el Segura y su afluente, el Guadalentín
Fuera del ámbito de la comarca de la Vega Baja la CHS va a llevar a cabo la delimitación numerosas ramblas pero incluso también el propio río Segura -24 kilómetros quedan por deslindar entre el embalse del Cenajo y la confluencia con el río Mundo-, y en 42 kilómetros del río Guadalentín, entre el embalse de Puentes y la presa de Paretón. Un afluente del Segura que tuvo en el pasado un gran impacto en la peligrosidad de las avenidas en la Vega Baja porque desemboca en el Segura en la pedanía murciana de Beniaján, pocos kilómetros aguas arriba de Orihuela.
