Han sido necesarias casi dos décadas de tramitación para que viera la luz el macroproyecto urbanístico de La Hoya en Torrevieja, con capacidad para levantar 7.490 viviendas sobre 1,8 millones de metros cuadrados. Con la aprobación de la modificación del plan parcial del sector 20 del Plan General, el de La Hoya, se da el paso definitivo para la urbanización de esta extensa zona en la que está prevista que pueda establecerse una población de unas 20.000 personas. «Una ciudad dentro de otra», como se ha calificado en varias ocasiones este proyecto urbanístico, el mayor previsto en la provincia de Alicante, y como se escuchó en el pleno donde los votos a favor del PP y de la edil no adscrita Carolina Vigara, y la abstención del PSOE, Los Verdes, Sueña Torrevieja y Cs, permiten sacar adelante este plan que cuenta con todos los informes favorables y cuyas alegaciones ya han sido contestadas tras salir a exposición pública el proyecto. Es la última gran bolsa de suelo urbano disponible en Torrevieja ubicada en una finca de antiguo cultivo de secano entre la urbanización San Luis-El Chaparral, el parque natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja y su pinada, la variante de la N-332 con el Auditorio Internacional, la CV-905 y Doña Inés.

Parque Natural

El alcalde de Torrevieja, el popular Eduardo Dolón, destaca que es un plan aprobado, con carácter definitivo, por la Conselleria de Medio Ambiente, Agua y Urbanismo en agosto de 2009. Sin embargo, la aprobación del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) obligó a hacer unos ajustes «tanto a la parte privada como a la Concejalía, y hablamos de la ordenación pormenorizada». Entre las alegaciones que se han estimado en el dictamen está el mantenimiento de los árboles catalogados, como así lo pidieron varios grupos ecologistas. «Además, el agente urbanizador debe atender unas obligaciones como secciones de los viales, carriles bici o la recogida de pluviales», explicó Dolón. No obstante, las previsiones del Plan de Acción Territorial de la Vega Baja, del Consell, recientemente presentado, planteaba la necesidad de algunos cambios, como un corredor verde.

El plan aprobado contempla destinar una gran zona verde de 500.000 metros cuadrados en un extremo de la urbanización, junto al parque natural «que lo protegerá más», asegura el regidor. Además, habrá una gran entrada al cercano Auditorio y deja espacio para ampliar su aparcamiento. También está previsto un gran bulevar de comunicación que, según el regidor, descongestionará el tráfico en la zona de entrada a la ciudad por el centro comercial Habaneras y comunicará con La Mata. El proyecto prevé que 1.573 de las 7.490 viviendas a construir sean de protección oficial.

La oposición pone en duda la capacidad de la ciudad para asumir un aumento de población estimado en unas 20.000 personas y dotar a la zona de los servicios necesarios.

El portavoz de Sueña Torrevieja, Pablo Samper, señala que «traerá consecuencias para el futuro de la ciudad en las próximas décadas» y cuestiona que la ciudad esté preparada para albergar «una Torrevieja dentro de una Torrevieja» con una población «igual que varios municipios de la Vega Baja». Samper reflexiona que la construcción de casas irá acompañada «de zonas verdes, un colegio, un instituto y un centro de salud», de cuyo mantenimiento deberá ocuparse después el Ayuntamiento. «¿Realmente nuestra ciudad está preparada para esto?», se pregunta, para a continuación poner en evidencia el actual «pésimo servicio de recogida de basuras o el de transporte urbano, y los problemas de aparcamiento», además de dudar sobre la capacidad de la red de alcantarillado o de pluviales.

En una línea similar, el portavoz del PSOE Andrés Navarro criticó el diseño del plan urbanístico «con un bulevar que parte la zona verde» y adelantó que «va a ser una urbanización congestionada». Para Navarro, los 14 viales previstos «son insuficientes» con manzanas «que, de media, tienen de 30.000 a 40.000 m2». «Eso va a dar problemas a la larga como pasó en Torreta III o Punta La Víbora», vaticinó. El regidor torrevejense señala que, con la modificación del plan parcial, la superficie verde pasa de 243.676 m2 a 292.691, casi 50.000 más, y la zona de equipamientos sube de 103.616 m2 a 110.487. «Si quería cambios, haber alegado», espetó a Navarro.

La promotora asegura que el plan es viable y estima facturar, al menos, 64,3 millones de euros por la venta de las parcelas urbanas resultantes de la urbanización, con un margen de beneficio de 30 millones: el coste de urbanización, con las mejoras en infraestructuras incluidas, se cifra en 33,5 millones. El proyecto recibió el informe favorable del Servicio de Gestión de Espacios Naturales Protegidos de la Generalitat a mediados de 2018, con modificaciones sustanciales que se han validado.

Cala Mosca podría seguir el mismo camino

Cambiemos asegura que el gobierno oriolano de PP y Cs quiere aprobar el plan en el próximo pleno.

Cambiemos Orihuela y CLARO manifestaron este viernes su "sorpresa" al encontrarse con la previsible inclusión en el orden del día del próximo pleno (que se celebra el 2 de septiembre) la propuesta de aprobación definitiva de la modificación puntual del Plan Parcial de mejora del Sector D-1 "Alameda del Mar", es decir, el planeamiento urbanístico que permite urbanizar Cala Mosca, la última playa virgen del municipio.

El concejal Carlos Bernabé señala que le parece "alucinante" que sólo un mes después de haberse retirado la misma propuesta del orden del día del pleno, tras alertar su formación "de irregularidades y movimientos sospechosos" en el expediente, el gobierno local "vuelva a llevar la misma propuesta sin apenas modificaciones".

Para estas formaciones, PP y Cs, junto al director del área de Urbanismo, "estarían cumpliendo descaradamente las instrucciones del promotor Gomendio y sus abogados". Y es que, tras la llegada del nuevo informe negativo de carreteras, que es vinculante y que insta al promotor a subsanar las deficiencias detectadas en cuanto a la contaminación acústica y la saturación de tráfico en la zona antes de aprobarse el plan parcial que prevé 2.274 casas, el promotor registró un escrito conminando al gobierno a aprobar el plan parcial y diciendo que "eximía" al Ayuntamiento de responsabilidad patrimonial. Un escrito que, para Bernabé, no es más que "una trampa barata para ignorar informes negativos".

«Que la familia Gomendio y sus abogados, como tantos promotores mediocres de nuestra zona, se crean dioses y traten a las instituciones como si fueran mayordomos no es nuevo, pero ellos no son nadie para decir cómo y con qué velocidad debe tramitarse el expediente ni qué responsabilidades patrimoniales estarían implicadas. La lástima es que Bascuñana, Aix y Mancheño se empeñen en defender los intereses violentos de un promotor por encima del interés de Orihuela y de la legalidad» dice el concejal.

Desde CLARO afirman no poder entender «las prisas del concejal de Urbanismo en aprobar este conflictivo desde sus inicios Plan parcial de Cala Mosca, que sigue sembrando dudas y sobre el que el escrito desfavorable de Carreteras apunta contundentemente». Un escrito en que se alertaba que, de insistir en aprobar la modificación del Plan sin subsanar determinadas deficiencias, se promoverían medidas para hacer efectiva la nulidad de su aprobación. El portavoz de CLARO, Antonio Cerdán, insiste en que es "inaceptable" «un proyecto que contempla la edificación de más de 2.200 nuevas casas y la llegada de miles de vehículos nuevos en la ya de por sí saturada N-332 y que supondrá una merma importante de los servicios públicos municipales prestados por el Ayuntamiento, que ya son escandalosamente deficientes, al incrementar en alrededor de un 20% la población de Orihuela Costa».