La falta de personal derivada del rescate del departamento de salud de Torrevieja por parte de la Conselleria de Sanidad ha comenzado a pasar factura en el día a día del funcionamiento del Hospital Universitario de Torrevieja como sus centros de salud. La situación no se deriva de ningún recorte de personal por parte de la Generalitat, sino de la lentitud burocrática de la tramitación de vacantes de las bolsas de empleo. Garantizan la oportunidad de acceso a un empleo público en función de los méritos de todos los candidatos, pero en contrapartida son mucho menos ágiles que la decisión de una empresa privada a la hora de contratar personal.
La sección sindical de CSIF en el Departamento de Salud de Torrevieja advirtió ayer que los primeros días de la gestión directa del departamento por parte de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública «están siendo complicados». El CSIF, con mayoría sindical en la junta de personal del departamento, considera que «el personal que gestiona el área de salud está haciendo un gran esfuerzo, pero se necesitan más recursos dada la alta exigencia del momento actual». Y añaden que «básicamente, el principal problema se está centrando en la lentitud del llamamiento por bolsa de trabajo para incorporar los profesionales necesarios para el buen funcionamiento del departamento». La falta de personal, más evidente en áreas de mayor presión como urgencias, está provocando también que «el material sanitario que se ha ido recibiendo y almacenando en los últimos días, no se esté repartiendo adecuadamente», lo que se traduce «en una evidente falta de recursos para dar respuesta a las necesidades asistenciales y de gestión del Área de Salud».
Ante esta situación, desde CSIF se insta a la Conselleria de Sanidad a que dé una «solución urgente a estos problemas, en parte heredados de la empresa concesionaria, en beneficio tanto de los trabajadores del departamento como de la asistencia sanitaria que se presta a los habitantes a los que se da cobertura desde el mismo».
Problemas heredados
Las mismas fuentes recuerdan que a principios de este mes de octubre CSIF participó, junto a la mayor parte de sindicatos con representación en el comité de empresa, en una protesta ante las puertas del Hospital de Torrevieja en la que «ya se avanzaba que los problemas citados iban a tener una incidencia clara y evidente en el buen funcionamiento del Departamento, como por desgracia al final así ha sucedido». La Generalitat ha subrogado a 1.070 trabajadores de Ribera, a los que se suman 70 estatuarios, y ha cubierto en torno a 120 vacantes -sobre todo médicos-. La plantilla habitual del departamento era de 1.400 trabajadores, pero la Generalitat ha creado un máximo de 1.800 plazas para el departamento por si en un futuro fueran necesarias.
La situación de saturación se ha expresado en la puerta de Urgencias en especial el martes por la tarde con una demora importante para casos leves. Este servicio de Urgencias contaba con 30 médicos antes de la reversión, pero 7 renunciaron a continuar en Torrevieja. La Generalitat ha cubierto ya dos de esas vacantes. Algunos vecinos de Torrevieja denunciaron en redes sociales esta situación a través de cuentas muy beligerantes contra el rescate de la Conselleria de Sanidad.
El núcleo principal de la gerencia de Ribera se queda en el área
Los profesionales que formaron parte del núcleo principal de la dirección del Hospital Universitario de Torrevieja han decidido seguir trabajando en el centro sanitario. Es el caso del que fuera director Médico, la directora de Enfermería, el director de Atención Primaria, entre otros facultativos de la anterior etapa. Eran personal de confianza de la empresa sanitaria y los máximos valedores del modelo de colaboración público privada, respaldando siempre las comunicaciones de la gerencia y la dirección de Ribera en sus comparecencias públicas. Sin embargo, no dimitieron de su cargo con la reversión el pasado sábado, como sí hicieron otros cien médicos y profesionales de áreas estratégicas -17 jefes de Servicio según Ribera, muchos condicionados por el hecho de realizar su función también en el Hospital del Vinalopó-. Que se trata de una situación anómala lo indica que han sido reubicados y agrupados por la Conselleria de Sanidad en las dependencias que hasta hace unos días ocupaba el personal del comisionado de la Conselleria de Sanidad, en el área administrativa del centro sanitario.
Cuando la Generalitat llevó a cabo el rescate del Hospital de Alzira en 2018 -también gestionado por Ribera-, entregó en su primer día de nueva gestión la carta de despido a todos los directivos que consideró de confianza de la empresa. Esos despidos fueron llevados al juzgado, que consideraron los ceses como injustificados y fueron reincorporados al hospital valenciano aunque ya no ejercieron funciones directivas. En este caso Sanidad parece haber evitado esa estrategia, con lo que los profesionales que al mando de la dirección han dado la cara durante los últimos años por la gestión y la eficacia de Ribera, continúan en el centro sanitario. Su función sin embargo está más relacionada con un tira y afloja entre los ya exdirectivos de Ribera y la nueva gerencia de la Conselleria para ver quién da su brazo a torcer.
