Un instituto de Callosa de Segura lleva más de un mes sin educador ni conserjes

Conselleria no suple las vacantes en el IES Vega Baja - Una alumna con la enfermedad de los huesos de cristal sufre la falta de un cuidador, mientras que profesores establecen turnos para la apertura y cierre de puertas

Acceso al IES Vega Baja con los carteles que advierten de la carencia de personal. |

Acceso al IES Vega Baja con los carteles que advierten de la carencia de personal. | / TONY SEVILLA

Loreto Mármol

Loreto Mármol

La inclusión en las aulas de niños que tienen necesidades especiales con los que no presentan discapacidades es una utopía si no se acompaña de recursos económicos, humanos y materiales. Es lo que se constata en el instituto de educación secundaria Vega Baja, en Callosa de Segura, donde se está viviendo una situación inaudita que ha hecho que profesores y personal administrativo se movilicen para pedir ayuda.

Necesitan desde el pasado día 1 un educador, que atiende a los alumnos con algún tipo de minusvalía, como una niña de 12 años que padece osteogénesis imperfecta, también llamada enfermedad de los huesos de cristal, porque impide que se formen al completo al romperse fácilmente. Ante esta carencia, se han visto obligados a establecer una rutina para avisar a la madre cada vez que la alumna necesita algún tipo de cuidado, incluso lo más básico -como ir al aseo-, ya que es ella la única que puede realizar esta tarea sin asumir más riesgos de los necesarios. «La tenemos que llamar una o dos veces al día», explican fuentes del centro educativo.

Lo hacen con preocupación e incredulidad, a la vez que denuncian que en reiteradas ocasiones han expuesto este problema a la Conselleria de Educación, que «nos da largas», apuntan. «Normalmente tardan una semana como mucho en cubrir este tipo de vacantes», prosiguen, ya que ni siquiera se trata de crear una plaza, que requeriría un proceso burocrático que alargaría los plazos, sino de cubrir un puesto que ya estaba asignado.

Profesores hacen de conserjes

A todo ello se suma que este centro educativo está sin conserjes desde hace más de un mes. En plantilla son dos, pero ambos se dieron de baja, uno el 8 de septiembre y el otro el día 15 del mismo mes. Desde entonces profesores y administrativos, con grandes dosis de empeño y resignación que empiezan a convertirse en hartazgo, están estableciendo turnos para suplirlos como pueden, sobre todo en las funciones de control y acceso.

«Hace años que no nos encontrábamos en una situación similar; otras veces se ha cubierto este tipo de vacantes en tan solo unos días», recuerdan. En este sentido, las mismas fuentes indican que desde el departamento que dirige el conseller Vicent Marzà responden que las sustituciones por bajas laborales se gestionan en la bolsa de interinos de Función Pública, que depende de la Conselleria de Justicia.

Básicamente, la explicación a esta demora se traduce en que «no hay dinero hasta que se aprueben los presupuestos de 2022», sostienen. Su mayor temor es que las carencias que padecen desde hace más de un mes, tanto de educador como de conserjes, no se resuelvan hasta principios del próximo año. «Es inconcebible; parece que entre administraciones se pasan la pelota de unas a otras y la casa sin barrer», concluyen. Lo peor es que, mientras tanto, el quehacer cotidiano siga siendo una auténtica odisea.

Deterioro en otros servicios públicos bajo mínimos

Las formaciones de IU y Podemos de Callosa de Segura apuntan hacia otra escasez de recursos en el ámbito educativo, en este caso, en el centro de educación para mayores: «El Ayuntamiento se ha desentendido de incorporar a profesores para esta labor», una merma en los servicios que se suma a la reciente denuncia del PSOE acerca de un parque móvil bajo mínimos que obliga a los policías a patrullar en un furgón de protección civil.

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