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¿Pozos negros en pleno siglo XXI en Torrevieja?

Las empresas de desatascos no localizan la red de alcantarillado en un residencial de Torrevieja

Ricardo Contreras, a la derecha, muestra un plano que le entregó el Ayuntamiento para «encontrar» las fosas sépticas de Torreta II.

Servicios. Vecinos de Torreta II reclaman ayuda al Ayuntamiento para localizar dónde están las redes de alcantarillado y fosas sépticas después de que las casas se inundaran por aguas fecales con las últimas lluvias.

Mientras el centro de Torrevieja se prepara para celebrar sus fiestas patronales y la Navidad por todo lo alto -con permiso del covid-, los vecinos de algunos de sus barrios pelean a diario con problemas más propios del siglo XIX. Es el caso de la Torreta II donde las lluvias torrenciales del pasado 21 de octubre -unos 80 litros por metro cuadrado-, además de inundar los espacios comunes sin asfaltar, hicieron que en muchas de las casas las aguas residuales rezumaran por aseos, lavabos y platos de ducha. Provocaron daños en muebles y enseres de las viviendas.

Fue el caso del sector de 96 casas situadas entre las calles Miguel de Unamuno y Pío Baroja, junto a la más afortunada Torreta Florida. Los vecinos afrontaron la situación como otras tantas veces en los últimos 30 años, según explica Ricardo Contreras Calderón, vecino de este residencial desde hace cuatro, y bastante cansado del «mareo» para buscar respuestas. En el área de Obras y Servicios del Ayuntamiento se limitaron a facilitarle un plano de localización de las fosas sépticas, pero no se corresponde con la realidad sobre el terreno. La empresa municipal de ciclo hídrico señaló que no puede entrar en zonas que considera privadas, algo que también mantiene el Consistorio, y que además no tienen nada clara la distribución de la red.

Entonces los vecinos echaron mano de las empresas de desatascos. Pero ni con esas. Los operarios, que tienen más fortuna en otros sectores de esta urbanización y la muy similar Torreta III, han sido incapaces de dar con la conexión entre las viviendas y la red general de alcantarillado. La sospecha es que esa conexión no existe porque las viviendas se levantaron a principios de los años 80 con... pozos negros. Contreras explica que este problema de inundación de aguas fecales es habitual hace años, pero que se ha agravado en los dos últimos por razones que nadie conoce. Y advierte tanto del peligro de posibles socavones como el de la contaminación de la cercana laguna de Torrevieja por filtraciones.

La Torreta II, que con la III, forma un entramado de miles de pequeñas viviendas que los vecinos han ido modificando con el tiempo, es ahora un barrio residencial. Quedan propietarios centroeuropeos o madrileños y asturianos que compraron en los ochenta casa de veraneo en Torrevieja, pero la mayoría de residentes son familias de trabajadores de toda las procedencias. La enorme movilidad de sus inquilinos, con constantes cambios de titulares de las casas y alquileres, no ayuda a clarificar la situación. Ahora nadie sabe dónde estaban los pozos ciegos. Si realmente existen y si están conectados al sistema de alcantarillado.

Encontrar operarios municipales trabajando en cualquier servicio público en «las Torretas», desde alumbrado público a limpieza, pasando por mantenimiento de jardines, es casi una leyenda urbana. Aunque a diario se les encuentra en zonas céntricas de la ciudad a primera hora. Eso sí, recuerda Calderón junto a un vecino uruguayo que se suma a las quejas, pagan religiosamente el IBI, el Ayuntamiento de Torrevieja sí entró en la zonas comunes que considera «privadas» para renovar red y enganches de agua potable.

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