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El Juzgado de Aguas acusa al Ayuntamiento de Orihuela de ocupar un canal sin su permiso

La institución sostiene que se están realizando obras en la calle Espeñetas sobre el brazal de Bonanza perjudicando a los regantes - Solicita la paralización de las actuaciones y la demolición de lo ejecutado

Operarios trabajan en un tramo de la calle Espeñetas TONY SEVILLA

El Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela ha remitido al Ayuntamiento un oficio para requerirle la paralización de las obras de reurbanización de la calle Espeñetas, por estar ocupando el cauce y brazal de Bonanza, mediante la instalación de placas alveolar y hormigonado, sin autorización.

El escrito, que entró en el registro de la Administración el día 11 tras un acuerdo alcanzado por unanimidad ese mismo día en junta extraordinaria, solicita también la demolición de todo lo ejecutado, por "no cumplir los estándares mínimos exigidos" en este tipo de obras que cubren los canales, que son propiedad de los agricultores y regantes.

Por último, advierte que de no dar curso a estas consideraciones se estudiará emprender acciones contra los responsables. Pasados diez días sin recibir contestación, fuentes de la junta de gobierno del juzgado indican que están valorando poner una denuncia ante la Fiscalía: "No somos quiénes para tipificar delitos; somos meros agricultores y regantes y solo impartimos justicia en materia de aguas", pero si hay indicios de "malversación, falsedad en documento público y prevaricación" acudirán al Ministerio Público, insisten.

Estas obras, explican, se realizan gracias a una subvención de la Diputación. Para ello "han tenido que certificar que tienen la disponibilidad de los terrenos, cuando no era cierto", afirman.

La denuncia que han preparado describe que el pasado 22 de noviembre el concejal de Infraestructuras, Ángel Noguera, solicitó al juzgado "la cesión de tramo de la acequia brazal de Bonanza para uso municipal, haciéndose cargo el Ayuntamiento de su mantenimiento en este tramo", entre el inicio de la calle Espeñetas hasta la conexión con el río Segura (según el callejero, desde la residencia de la tercera edad hasta la calle Los Ruices).

Sin embargo, la junta de gobierno del juzgado, el 24 de enero, acordó "no acceder a la petición de Infraestructuras", ya que por "la cesión gratuita de un elemento hidráulico, en funcionamiento, es perjudicial para la comunidad de regantes".

Esta decisión se registró a su vez en la sede electrónica del Ayuntamiento ese mismo día. Tres días después el juzgado recibe una notificación del Ayuntamiento en la que el concejal vuelve a solicitar "la cubrición del tramo final del brazal para uso municipal". Con fecha 9 de febrero, llega al juzgado un correo electrónico en que se hace constar que "ya se ha realizado la obra de encintado sobre el brazal".

Fuentes de la Concejalía de Infraestructuras subrayan que las obras en proceso de ejecución responden al proyecto aprobado de urbanización. Además, apuntan que el único fin de la actuación acometida en el brazal ha sido "arreglarlo, reforzarlo y dotarlo de más seguridad". También insisten en que "este refuerzo no altera el trazado ni su funcionalidad".

Tras varios años de espera, en octubre se formalizó el contrato de las obras de remodelación de la calle Espeñetas, un vial emblemático del casco urbano, donde los vecinos llevaban reclamando desde hace tiempo unas mejoras ante el estado lamentable en dotaciones básicas, desde la calzada hasta infraestructuras como el alcantarillado y el alumbrado. El importe de la adjudicación fue de 412.029 euros con un plazo de ejecución de cuatro meses. La propuesta de adjudicación de la mesa de contratación a favor de Zaplana Caselles se realizó el 19 de noviembre de 2019.

El retraso en la adjudicación se justificó por la pandemia, aunque también el Ayuntamiento perdió la subvención de la Diputación por una cuestión de plazos, sin olvidar que la adjudicataria y el área de Infraestructuras mantienen una polémica relación a cuenta de la ejecución del contrato de mantenimiento de los viales en Orihuela Costa.

Una relación cada vez más distante y tensa

Este nuevo enfrentamiento entre el Ayuntamiento y el Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela evidencia que las relaciones entre ambas instituciones no pasan por su mejor momento. Otro reciente documento firmado por el juez Pedro Mompeán desvela deudas del consistorio que «asfixian» a los regantes e impone condiciones para llegar a nuevos acuerdos.

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