El Ayuntamiento de Torrevieja perderá un 34% de sus ingresos anuales por la recaudación del impuesto de plusvalía tras el cambio legal que modifica el cálculo del impuesto, derivado de la sentencia del Tribunal Supremo de finales de octubre de 2021 y la nueva regulación puesta en marcha poco después. Esa es la estimación que ha realizado SUMA Gestión Tributaria, que tiene encomendada por el Ayuntamiento torrevejense la recaudación ejecutiva del impuesto. ¿En qué se traduce ese porcentaje en dinero recaudado? Entre cuatro y cinco millones de euros menos en la recaudación anual, según el concejal de Hacienda Domingo Paredes (PP), aunque es una estimación que depende a su vez de la liquidación anual, que cambia y no siempre se ajusta a la previsión realizada inicialmente. Además el gobierno local ha ordenado a SUMA que se allane en todos los procedimientos de reclamación en los juzgados desde 2018 hasta la puesta en marcha de la nueva regulación el 10 de noviembre de 2021, lo que supone la devolución de 3,5 millones de euros por más de 270 recursos.

La administración local ha estado recibiendo por este impuesto entre 20 y 25 millones de euros por ejercicio en los últimos años. El récord anual fue 2020, cuando recaudó 28 millones de euros. En 2021 fueron 15 millones pero el ingreso se paralizó en octubre de ese año ante la resolución judicial que daba la razón a quienes recurrieron la fórmula del cálculo del gravamen.

El concejal Paredes explicó a INFORMACIÓN que la merma en un 34% es sustancialmente menor a la que inicialmente se esperaba. Los primeros cálculos indicaban que los municipios podían rebajar hasta un 70% su recaudación por plusvalía, lo que en el caso de Torrevieja hubiera generado un importante agujero en las arcas municipales, que necesitan en torno a cien millones de euros anuales. Es la ciudad que más ingresa por este concepto en la provincia, muy por delante de Alicante, Elche o Benidorm, debido sobre todo al gran dinamismo de su mercado de compra y venta de vivienda de segunda mano. Este impuesto grava el incremento del valor de un terreno urbano durante el tiempo en el que se tiene la propiedad y hay que pagarlo cuando se vende o se recibe en herencia o donación. 

Con esta previsión, el área de Hacienda puede por fin cerrar la elaboración de los presupuestos de 2022 que estaban en el aire a expensas de conocer el impacto del cambio legal en las arcas municipales, según especificó Paredes. El Ayuntamiento va a incorporar a su ordenanza fiscal para este impuesto una apostilla en la indique que se adhiere al cambio legal a la hora de realizar el cálculo de plusvalía. Esa modificación requiere un periodo de exposición pública y aprobación en pleno que se va a poner en marcha de forma inmediata.

El concejal de Hacienda de Torrevieja Domingo Paredes TONY SEVILLA

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Por otra parte, el Ayuntamiento de Torrevieja ha decidido hacer tabla rasa con el aluvión de recursos que ha recibido desde 2018 sobre el cobro de la plusvalía, que muchos vecinos consideraban injusto. Va a allanarse en todos los procedimientos que estén en el juzgado y devolver 3,5 millones a los recurrentes. En total son 279 procedimientos interpuestos por empresas y particulares. Con esta decisión el municipio se ahorrará costes procesales y por intereses de demora para unas causas que los informes jurídicos señalan que tiene perdidos de antemano. La devolución se llevará a cabo a lo largo de un año a través de remanentes de tesorería.

"Ese dinero tiene que volver a los vecinos. No tiene sentido continuar con los procedimientos. Nos ahorramos costes e intereses de demora", recordó el concejal de Hacienda, quien explicó que es un dinero que muchos de los recurrentes necesitan ahora más que nunca. El concejal añadió que el Ayuntamiento también va a estudiar dar la razón directamente a los vecinos que hayan recurrido -antes del cambio del cálculo- aunque su reclamación todavía esté en el ámbito administrativo y no se haya elevado al juzgado contencioso administrativo. Torrevieja maneja en torno a 80 millones de superávit al año que el gobierno todavía permite emplear en gasto corriente e inversiones. Además mantiene la deuda viva con los bancos a raya.