La Generalitat ha puesto al servicio de los ayuntamientos un recurso tecnológico que va a reforzar la seguridad en el salvamento y socorrismo. La consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, ha presentado en Playa Flamenca, en Orihuela, el servicio de aeronaves no tripuladas que se despliega este verano para reforzar las labores de vigilancia y prevención en las playas de la provincia de Alicante.
Tras el éxito del proyecto drones de salvamento el año pasado, cuando se salvaron seis vidas, para esta campaña se ha duplicado el número de municipios en toda la Comunidad Valenciana, de 10 a 20. En la provincia, además de Orihuela, disponen de este servicio Guardarmar del Segura, Altea, Benidorm, Dénia, Santa Pola, Xàbia y El Campello.
A los recursos propios de los ayuntamientos los drones aportan capacidad de prevención, dado que a través de ellos se puede visualizar todo el litoral, y se va a ganar tiempo en la respuesta de la emergencia. "Reducirlo es evitar la tragedia", ha indicado Bravo, que ha explicado que estos medios son capaces de despegar en cinco segundos y vuelan a una velocidad de 85 kilómetros por hora, por lo que "en solo unos segundos pueden encontrarse en la zona del agua donde se está produciendo el ahogamiento".
En este sentido, ha manifestado que el pasado verano los drones de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias salvaron seis vidas en acciones directas de rescate, gracias a que lanzan un salvavidas a los bañistas que están en peligro.
Bravo ha subrayado que se trata de la única comunidad en España y el único territorio a nivel mundial que dispone de estos recursos tecnológicos. "Apostamos por la seguridad de todos", ha añadido, teniendo en cuenta además que "nuestras playas son un reclamo turístico".
La titular de Interior ha destacado que hasta el mes de junio se han registrado 24 ahogamientos en la Comunidad Valenciana. De ellas, 17 personas han perdido la vida en las zonas de baño de la provincia, unas cifras "inasumibles" que "en la mayoría de los casos podrían haberse evitado", ha lamentado.
Además, los drones de salvamento realizan labores preventivas. En 2021, efectuaron 2.101 vuelos sobre un total de 3.593 kilómetros de costa.
Con todo, la consellera ha agregado que la concienciación es tan importante como los equipos técnicos y humanos que participan en la campaña de la Generalitat Platges Segures. "Ponemos todos los recursos de los que disponemos, tenemos la voluntad y contamos con los medios, pero el factor determinante para reducir las cifras de personas que se dejan la vida cada verano en las playas tiene mucho que ver con la responsabilidad personal", ha explicado.
Por eso, ha insistido en que es importante actuar con responsabilidad, de forma que "la aportación colectiva contribuya a acabar con las pérdidas que cada año tenemos que lamentar". Así, ha recordado a la población los consejos básicos, entre ellos, respetar las banderas, bañarse solo en plenas facultades físicas, evitar el consumo de alcohol, no adentrarse en el mar sin socorrista y mantener una especial vigilancia con los menores.
El Centro de Emergencias de la Costa continúa sin nuevo servicios
Antes de realizar el simulacro del servicio de drones de salvamento en Playa Flamenca, la consejera de Justicia, Gabriela Bravo, ha visitado el Centro de Emergencias de la Costa, siendo la primera autoridad del Consell que acude a las instalaciones, que, aunque están abiertas desde el 31 de mayo, aún no se ha realizado la inauguración oficial. El edificio se abrió con un servicio a la ciudadanía las 24 horas por parte de la Policía Local, los trámites del NIE (Número de Identidad de Extranjero) a través de la oficina de Extranjería de la Policía Nacional y la oficina de denuncias de la Guardia Civil. Lo hizo con la promesa de que se irían incorporando servicios a sus 4.700 metros cuadrados pensados para albergar a Bomberos, Protección Civil y brigadas forestales, pudiendo incluso coordinar actuaciones en la zona sur de Alicante.
Se trata de una infraestructura muy demandada en el litoral. El proyecto del Consell, que comenzó en 2010 y se quedó paralizado en la estructura en 2012, lo retomó una década después el Ayuntamiento, que adjudicó la obra a la empresa Doalco por más de 2 millones de euros financiados por la Generalitat. La adecuación de la primera planta, que ha quedado sin rematar, requiere de otros 600.000 euros.
