Las obras en Torrevieja para el nuevo Colegio Inmaculada se retrasan hasta después de elecciones
El Ayuntamiento justifica la demora en problemas burocráticos y evita reubicar las siete mesas electorales que se instalan tradicionalmente en este colegio -Los alumnos del centro llevan desde enero en aulas prefabricadas- Generalitat y Ayuntamiento vendieron el inicio de la demolición en un acto el pasado 30 de marzo
El derribo del antiguo edificio del Colegio Inmaculada tendrá que esperar hasta después de las elecciones municipales del 28 de mayo, tiempo que sumará al menos dos meses de retraso en las obras de construcción del centro educativo. El Ayuntamiento sin embargo no ha informado de ello.
Los alumnos del colegio Inmaculada llevan en barracones desde el pasado mes de enero precisamente por la inminencia de un inicio de obras que no se produce. Fuentes del equipo de gobierno del PP aseguran que el retraso se debe a unos ajustes que se deben realizar en el proyecto de ejecución para que la empresa adjudicataria Orthem obtenga la licencia municipal.
Tasas e impuesto de construcciones
Según las mismas fuentes la firma constructora tampoco ha pagado las tasas de esa autorización ni el ICIO. El alcalde Eduardo Dolón anunció el 30 de marzo en una comparecencia ante los medios junto con el director general de Infraestructuras Educativas, Víctor García, que el derribo se llevaría a cabo este mismo mes de abril. Incluso señaló que la empresa ya estaba preparándolo en ese momento.
En esa comparecencia no se citó ningún tipo de problema administrativo ni la ausencia de licencia. Sí se le preguntó a Dolón por las mesas electorales. El acta de replanteo, que indica el momento en el que comienza a contabilizarse el plazo de ejecución del contrato, fue firmada ese día entre de la Generalitat y la empresa Orthem. Pero al día siguiente se suspendió.
La prioridad: mantener las mesas electorales
Según ha podido confirmar este diario además de las razones que esgrime el gobierno del PP para justificar el retraso hay otras que están ligadas a las elecciones municipales. El alcalde anunció que las siete mesas electorales que acoge este centro se instalarían provisionalmente en el mismo emplazamiento. Esa solución improvisada no era sencilla desde el punto de vista técnico y de la seguridad. Exigía instalar al menos siete aulas prefabricadas con todos sus servicios.
La Generalitat derriba en abril el Colegio Inmaculada de Torrevieja para levantar el nuevo
El gobierno local no ha quiso contemplar otras alternativas, por ejemplo la de trasladar ese colegio electoral al centro de lectura de la avenida de Diego Ramírez. A las mesas del Colegio Inmaculada están adscritos electores del centro y los barrios del Calvario y el Acequión. Torrevieja va a contar en estas elecciones autonómicas y locales con algo más de 42.000 electores, de entre los que la participación difícilmente superará los 23.000. Elección tras elección es uno de los municipios que menos vota de la provincia y del conjunto de España en proporción a su población. La abstención suele superar ampliamente el 40% en cada consulta, ya sea una elección municipal, autonómica o general.
Son las mesas del Colegio Inmaculada una de las pocas donde tradicionalmente esa participación es algo más elevada que en el resto de mesas electorales distribuidas en el municipio cuyo número asciende a un total de 76 agrupadas por colegios electorales.
La adscrita a esas mesas es una población electoral más asentada y local. Un cambio de ubicación hubiera podido resultar caótico el día de las elecciones y afectar a los intereses electorales de todas las formaciones en liza. Es por ejemplo, el colegio en el que vota el candidato del PP y actual alcalde Eduardo Dolón.
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