La balsa de laminación para proteger Doña Inés de las inundaciones en Torrevieja estará terminada a final de año
La infraestructura con capacidad para 14.000 metros cúbicos funcionará como zona verde cuando no haya peligro de inundación
Las obras suponen una inversión de 570.000 euros de Agamed y rebajarán los problemas de acumulación de agua en los residenciales y los posibles cortes de la N-332
Obras de ampliación de la balsa de laminación de aguas pluviales en Doña Inés / JOAQUÍN CARRIÓN
Por fin tras años de promesas y espera los vecinos de Doña Inés y Jardines del Mar han visto esta semana cómo arrancan las obras que cuadriplicarán la capacidad de almacenamiento de aguas de lluvia para rebajar la inundación periódica de las calles de estos barrios residenciales de Torrevieja ubicados entre la N-332 y la CV-905.
14.000 metros cúbicos
La balsa, con 14.000 metros cúbicos de capacidad frente a los aproximadamente 2.000 actuales, funcionará a modo de parque inundable. Cuando no exista peligro de inundación estará abierta al público con un acceso a través de una rampa. De hecho, la actuación ocupa suelos calificados como zona verde en el Plan General de Ordenación Urbana y que los urbanizadores de los residenciales aledaños nunca ejecutaron.
El plazo de construcción es de cinco meses. El alcalde Eduardo Dolón, junto con la concejala de Obras y Servicios, Sandra Sánchez, el gerente de Agamed, Jorge Ballesta y la gerente adjunta Gemma Cruz, presentaron el proyecto a los vecinos en el Centro Municipal de Ocio y señaló que se intentará reducir a cuatro meses ese plazo de ejecución. La empresa responsable de la actuación es Agamed, concesionaria del ciclo integral del agua con participación del Ayuntamiento e Hidraqua, que ha adjudicado a las obras a una firma del mismo grupo.
La inversión supera los 570.000 euros. La partida presupuestaria procede de los fondos propios de la empresa concesionaria del servicio, sin figurar en su presupuesto de inversiones de este año.
Vista de las obras desde el puente de la N-332. A la izquierda la balsa de laminación. A la derecha, la carretera N-332 / JOAQUIN CARRION
Inundaciones
Los vecinos llevan décadas sufriendo inundaciones periódicas de las calles de Doña Inés. Con 40 litros por metro cuadrado en un día el agua ya puede impedir el paso de los vehículos, en especial en la avenida Joaquín García y evitar la salida o entrada de los residentes a sus viviendas. En episodios que además se han repetido cada vez con mayor frecuencia en los últimos años.
La balsa recoge las aguas de la cuenca vertiente de unos 3 kilómetros cuadrados formada por la avenida de las Cortes Valencianas, Rosa Mazón, Delfina Viudes que desembocan en aparcamiento del parque acuático y rebasan con cinco canales subterráneos la circunvalación de la N-332, que en los episodios de lluvia más torrenciales también se anega de agua y se corta al tráfico. También recibe los caudales procedentes de la balsa de laminación del recinto de mercados y de la cuneta de la propia N-332 que forman parte de la cuenca vertiente de La Hoya desde el Alto de la Casilla, hasta la avenida de Víctimas del Terrorismo y aledañas y la Ciudad Deportiva.
La superficie de la balsa de laminación proyectada es de 4.533 metros cuadrados y su profundidad media asciende a 3,2 metros.
Modificaciones de Carreteras
El director de Obras de Agamed, Miguel Mazón, ha concretado que la dirección general de Carreteras ha impuesto una solución constructiva en el margen que da a la carretera N-332 ausente de escolleras por encima de la rasante y pavimento de hormigón en la servidumbre del vial. Algo que retrasó la aprobación definitiva del proyecto.
El alcalde tuvo que acudir en plena campaña electoral a calmar los ánimos de los vecinos tras un nuevo episodio de lluvias después de que el propio primer edil les anunciara sobre el terreno el inicio inminente de la obras para enero pasado.
Encuentro de miembros del equipo de gobierno y vecinos de Doña Inés y Lago Jardín / JOAQUIN CARRION
El regidor ha explicado que a estas actuaciones deberán seguir otras previstas -desde hace años- como el tanque subterráneo de tormentas a construir en el aparcamiento del parque acuático que evitará las inundaciones con episodios extraordinarios de lluvias. Se trata de una actuación multimillonaria sin concretar, y que carece de financiación y proyecto.
Es la segunda obra de entidad con un tratamiento de balsa de laminación urbanizado. Una solución similar, aunque sin zona verde, ya funciona en Torrealmendros para evitar las inundaciones más graves en La Torreta Florida, aunque siguen produciéndose algunos problemas. Mientras que el resto de medidas en otros puntos son zanjas a cielo abierto -en los márgenes de la C-905- y balsas de laminación sin urbanizar -Torreta II y III- más allá de los perímetros con vallado.
Carretera
Dolón ha dicho que con estas obras Torrevieja soluciona un problema también en la carretera que debería haber abordado la propia administración estatal de Carreteras. La circunvalación se construyó en los años 80. Cuando buena parte de su entorno no estaba urbanizado. Ahora atraviesa amplias zonas urbanizadas en ambos márgenes. Residenciales en los que el Ayuntamiento no exigió una red de evacuación de aguas pluviales separada de la red de saneamiento.
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