La Vega Baja deriva más 36.000 toneladas de basura a Murcia y València por falta de capacidad en los vertederos de la provincia

La presidencia del Consorcio comarcal pasará a manos del PP en septiembre con el reto de desplegar el plan de gestión con los 12 ecoparques fijos, tres plantas de biorresiduos para compost y una planta de valorización

La comarca, que carece de instalaciones, tiene que recurrir a Cañada Hermosa (Murcia), Quart de Poblet y Guadassuar en València por el agotamiento de los cupos de las cuatro instalaciones de la provincia

Planta de tratamiento de residuos urbanos del Consorcio Ribera - Valldigna a 140 kilometros de Dolores, y donde han llegado 400 toneladas de la Vega Baja  este año

Planta de tratamiento de residuos urbanos del Consorcio Ribera - Valldigna a 140 kilometros de Dolores, y donde han llegado 400 toneladas de la Vega Baja este año / PERALES IBORRA

D. Pamies

D. Pamies

La Vega Baja ya ha tenido que recurrir este año a tres plantas de eliminación de residuos más allá de los límites de la provincia de Alicante para resolver el enorme problema de gestión de basuras que sigue arrastrando por la ausencia de infraestructuras propias.

Quart de Poblet, Guadassuar y Cañada Hermosa

En lo que va de año la Vega Baja ha "exportado" más de 36.000 toneladas a plantas no alicantinas. La Entidad Metropolitana de Gestión de Residuos (EMTRE) en Quart de Poblet (Valencia) -400 kilómetros ida y vuelta desde la planta de transferencia de Dolores- ha asumido 15.000 toneladas procedentes del Bajo Segura, las instalaciones de Cañada Hermosa en Murcia tienen previsto tratar otras 20.000 y ya han llegado 400 más a las instalaciones del Consorcio de Residuos V5 de Guadassuar en la zona de Alzira -328 kilómetros ida y vuelta si se transportan desde Dolores-.

La Vega Baja carece de planta de valorización y eliminación. Para gestionar las 195.000 toneladas que generan sus 27 municipios ha de recurrir a su traslado a las plantas de Elche, Alicante, Piedra Negra (Xixona) y en menor medida, Villena, a través de convenios con otros consorcios públicos. Sin embargo Elche y Xixona han restringido los cupos anuales que pueden asumir del sur de la provincia para poder gestionar los propios y evitar colmatar sus vasos de vertido.

El Consorcio Vega Baja Sostenible comenzará en septiembre un nuevo mandato con mayoría del PP entre los 27 municipios representados en la entidad y el mismo signo político en la participación de la Diputación Provincial y la Generalitat. Como nuevo presidente de la entidad suena el de Francisco Cano, alcalde de Formentera del Segura, en sustitución del primer edil de Dolores, Joaquín Hernández.

Planta de transferencia

El Consorcio puso en marcha en el verano de 2022 la planta de transferencia de Dolores que utilizan la mayor parte de los municipios de la comarca. Solo seis de ellos, los más próximos a los vertederos de Elche o Murcia, envían allí sus residuos directamente en vez de a la planta de transferencia, una planta que ha mejorado la gestión para rebajar los costes de transporte.

El Consorcio cuenta además con tres ecoparques móviles que ya están trabajando a pleno rendimiento y va a adquirir otros dos, a lo que se añade la realización de labores de educación ambiental.

Sin compromiso de los municipios ni para construir los ecoparques

Pero los municipios no se animan ni para poner en marcha lo más básico: la construcción de ecoparques, pieza clave en el reciclaje de residuos domésticos no orgánicos. Son necesarios otros 12 ecoparques fijos. Torrevieja cuenta con uno municipal desde 1999 que deberá entregar a la red. Prezero, la empresa concesionaria de la gestión de las basuras comarcales, está esperando a que el resto de municipios ofrezcan los suelos para construir el resto, pero hasta ahora solo hay compromisos en firme de Dolores y Almoradí. Los Montesinos ha propuesto un suelo que requiere de un cambio en la normativa urbanística y Callosa de Segura otro que tiene en alquiler, por su parte Orihuela ha planteado su propuesta en su propio plan de gestión local pero sin oficializarla.

Tres instalaciones de biorresiduos pendientes

Al mismo tiempo el Consorcio público en coordinación con la empresa adjudicataria deben avanzar en la construcción de tres plantas de biorresiduos para generar compost con la aportación de podas vegetales. El plan de biorresiduos ubica las instalaciones de forma genérica en la zona interior de la comarca próxima a Orihuela Ciudad, el litoral de Torrevieja y su entorno y junto a Dolores por la presencia de la planta de transferencia. Pero a día de hoy ningún municipio ha dado el paso de ofrecerse para contar con esas instalaciones.

Planta de valorización

Finalmente el plan de gestión debería desplegarse en toda su plenitud con la construcción, por fin, de una planta de valorización de residuos y voluminosos. El objetivo sería reducir al mínimo la generación de basuras lo que tendría repercusión en todos los ámbitos incluso con la posibilidad de hacer innecesario la construcción de una planta de eliminación o vertedero.

Enterradas

No es una leyenda urbana ni una frase de "cuñado" o de barra de bar. A día de hoy desafortunadamente, la mayor parte de los residuos domésticos que van a parar al contenedor, la fracción orgánica es la más voluminosa al menos para el caso de la Vega Baja, todavía terminan enterrados en un vertedero. Incumpliendo todos los objetivos de la legislación europea, estatal y autonómica.

Las plantas más modernas logran valorizar hasta el 60% de las basuras que reciben y entierran el 40% de los residuos, es el caso de la citada de Guardassuar, mientras que otras tienen todavía unos niveles de rechazo muy elevados y de valorización muy pobres.

Piedra Negra (en Xixona) sigue enterrando hasta el 67% de las basuras que recibe, y hasta el 80% en el caso de la murciana Cañada Hermosa pese a que es una planta relativamente moderna, según datos a los que ha tenido acceso INFORMACIÓN sobre la gestión de los residuos de la comarca actualizados al mes de julio.

Vertedero de Piedra Negra en Xixona

Vertedero de Piedra Negra en Xixona / Alex Dominguez

El mensaje es claro: Mientras no se separe en origen, por mucho avance tecnológico que se aplique a las plantas de eliminación no se conseguirá reducir la factura. Seguirá siendo enorme para los municipios, y más todavía para los de la Vega Baja si no se ponen de acuerdo para invertir en infraestructuras propias.