Arqueología al revés en Torrevieja

El Ayuntamiento inicia un estudio de los orígenes del Muelle del Turbio después de validar su degradación patrimonial con un aparcamiento autorizado por la Generalitat

Rampa histórica del muelle del Turbio que da ahora al aparcamiento privado construido sobre la lámina de agua de dominio público de una marina deportiva

Rampa histórica del muelle del Turbio que da ahora al aparcamiento privado construido sobre la lámina de agua de dominio público de una marina deportiva / D. Pamies

D. Pamies

D. Pamies

Desde poco antes del pasado verano el Muelle «del Turbio» o Muelle Mínguez, origen y testigo de la floreciente actividad comercial y portuaria de Torrevieja a finales del siglo XIX, no da acceso a la lámina de agua del puerto de la ciudad. Su cantil de Poniente recae ahora en el aparcamiento privado de una marina deportiva de unos 700 metros cuadrados construido legalmente sobre el dominio público bajo concesión de la Generalitat.

Aspecto del muelle a principios del siglo XX

Aspecto del muelle a principios del siglo XX / Colección Francisco Sala

Una vez rebajado el valor patrimonial de este elemento histórico, con protección en el PGOU de 1986, el Ayuntamiento ha decidido que el próximo lunes comiencen las excavaciones y diez sondeos transversales destinados -ahora- al pomposo objetivo de «recuperación histórica y patrimonial del Muelle Míguez como parte del discurso museístico, cultural y turístico de la ciudad de la franja litoral del centro de Torrevieja entre las Eras de la Sal y el recinto portuario». 

Conselleria de Cultura del Botànic

La administración autonómica dio su visto bueno, con el aval de la local, a un paso decisivo en la pérdida de buena parte de ese valor patrimonial e histórico, degradado ya con la extensa capa de hormigón que da soporte al aparcamiento.

Ahora las centenarias losas de arenisca han perdido el agua de la bahía que les daban sentido y en lugar de embarcaciones está lleno de coches. Una zona que en tierra ya era utilizada habitualmente para este fin por los socios y usuarios de una entidad privada de la ciudad y que con la remodelación del Puerto se quedaban sin su aparcamiento sobre el propio muelle. La concesión que ha suprimido la lámina de agua por cemento facilitó el aparcamiento para la marina.

Obras que colmataron la lámina de agua para llevar a cabo un aparcamiento junto al muelle protegido

Obras que colmataron la lámina de agua para llevar a cabo un aparcamiento junto al muelle protegido / Joaquín Carrión

Protección irrelevante

De poco le ha servido al antiguo muelle del Turbio su protección genérica en el PGOU. Torrevieja carece de Bienes de Relevancia Local de los que presumir, aunque no por falta de ellos. Solo por exclusivo empeño municipal.

Los informes municipales avalaron con su visto bueno la construcción del aparcamiento el expediente que autorizó finalmente la Generalitat en su anterior mandato del Botànic. Un expediente en el que los técnicos de la Conselleria de Cultura no llegaron ni a pisar sobre el terreno el espacio donde se intervino después con la obra. Ahora los coches ya tienen (más) espacio en dominio público y la rampa y escalera de sillería presentan un aspecto lamentable con vegetación espontánea.  

Restos de los antiguos norays de piedra del muelle del siglo XIX

Restos de los antiguos norays de piedra del muelle del siglo XIX / D. Pamies

Objetivo práctico

En realidad la actuación que comienza el lunes tiene más un sentido práctico. El Ayuntamiento necesita validar con un informe técnico ad hoc de la empresa a la que está contratando para estos trabajos en los últimos años -es su cuarto contrato en Torrevieja-, que indique que lo que queda del muelle histórico tiene un valor testimonial -como hizo en el caso de las Eras Altas -o muy limitado. 

Muelle del Turbio a finales de los años cincuenta

Muelle del Turbio a finales de los años cincuenta / Colección Francisco Sala

Bar La Marina

Minorizar su valor facilita cualquier actuación en esta zona que también está sujeta al proyecto de remodelación de la fachada portuaria, ahora en fase de redacción definitiva. La remodelación del espacio urbano en torno al puerto y la concesión de la nueva zona de ocio también afecta al bar La Marina, aunque en el caso de la popular terraza -«que se ve más»- los técnicos estarían por la labor de mantener la fisonomía de la casa de planta baja que alberga el también histórico local, con concesión administrativa.

 Siempre se podrá rescatar bajo un cristal algún resto del muelle o del noray original y poner una placa. Que queda bien.