Este es el nuevo carril bici al estilo Vega Baja de Callosa de Segura

Al principio parecía una buena idea. Sumarse a la ola de adecuación de carriles bici -sin pasarse- como ocurre en los grandes municipios. Pero sobre el terreno y con un presupuesto limitado el resultado no es el más esperado.

La foto del día en Callosa de Segura es esa en la que el trazado del nuevo carril bici que une el centro del casco urbano con la ronda de la CV-900 esquiva, modificando su recorrido, un buen un ejemplar de morera, árbol característico de la huerta. No es la única a lo largo de su trazado el carril hace zig zag varias veces para evitar otros árboles. También las hay en las que el carril bici lame las fachadas de planta baja de las viviendas por falta de espacio. 

Aceras

El carril bici discurre en su mayor parte sobre las aceras, algo que ahorra costes porque ubicarlos sobre la calzada exige una separación real y física entre el carril bici y el tráfico convencional. Y se ha tirado mucho de pintura y poco de obra civil sobre el terreno.

La alternativa de combinarlo con la acera es habitual también en grandes ciudades -con aceras anchas-. Sin embargo, en la Vega Baja muchas familias siguen viviendo -tranquilamente- en sus plantas bajas y en ocasiones las aceras son estrechas o no existen. Tal es el caso de la calle Reina Fabiola, donde lo que se encuentran los vecinos al salir directamente de las viviendas es el paso de bicicletas. Es peligroso para los vecinos y para los usuarios del carril bici, solo con abrir la puerta, aseguran.

El trazado también debe sortear señalizaciones verticales que no se han movido del sentido y otras con que no ayudan nada a lo que debería ser un avance en movilidad sostenible. Por ejemplo, en uno de los tramos, el más cercano a las vías del tren, se mantiene una señal de prohibido el paso.

El proyecto se presupuestó por solo 66.000 euros y aprovechando una subvención. El objetivo era unir el núcleo urbano del municipio con el carril bici que ya existe de la CV-900 por la travesía carretera de Catral, y que hace de eje vertebrador de Granja de Rocamora, Cox y Callosa de Segura. Más de siete kilómetros de longitud que utilizan los vecinos para sus desplazamientos en bicicleta.

Proyecto

Según el proyecto, cuenta con 742 metros lineales, enlazando el núcleo urbano en la calle Santa Rita, una vez pasado el paso a nivel de la línea férrea Alicante – Murcia, con el vial ciclista de la CV-900. En su primer tramo debería contar con una anchura media de 2,50 metros, doble sentido de circulación y estaría segregado tanto de las aceras como de la calzada de circulación.

En el segundo tramo con 1,60 metros de anchura desde la calle Almoradí a la carretera de Catral. Mientras que el tercer tramo "aprovecha" la ausencia de acera en la zona de naves anexas a la conexión con la CV-900 de Catral y presentará una anchura media de 2,40 metros.

"El carril es una actuación muy demandada por los callosinos, que desde hace años utilizan esta zona para pasear o hacer deporte", señaló en su día el alcalde Manuel Martínez Sirvent al anunciar la primera fase del proyecto.