Costas tiene previsto iniciar este jueves el derribo del histórico kiosco «El Tintero» de Torrevieja

El servicio provincial de Costas tiene previsto este jueves iniciar los trabajos de demolición del histórico kiosco el Tintero. Fuentes de la familia que durante décadas ha explotado este popular baluarte junto al mar de la playa del Cura indicaron que ya han entregado las llaves, por requerimiento judicial de Costas, y se ha cortado el suministro de luz y agua. «Hemos estado luchando durante 12 años para evitar esto. No queremos que nadie entre a martillazos a derribar la puerta. El lugar y la historia del kiosco, la memoria de nuestro abuelo que lo puso en marcha, no se lo merece. Aunque ya no estemos para abrirlo creemos que todavía hay posibilidad de que se mantenga en pie su estructura. Es muy triste que se pierda. Pero eso es algo que le toca ya al Ayuntamiento de Torrevieja», señalaron las mismas fuentes.

Bien de Relevancia Local

El equipo de gobierno y el alcalde Eduardo Dolón conocen la resolución para actuar del Ministerio de Transición Ecológica, a la que pertenece el área de Costas, desde hace al menos dos semanas, pero no se ha pronunciado públicamente. Dolón señaló este miércoles a última hora a INFORMACIÓN que han estado durante todo este periodo buscando fórmulas para bloquear la orden. Es el propio gobierno local el que tiene en marcha desde enero un expediente para protegerlo como Bien de Relevancia Local (BRL), que se adjudicó a una empresa de arquitectura pero que no habría sido entregado todavía al municipio. Esa apertura de expediente en trámite se ha argumentado para paralizar la decisión, sin éxito. «No tenemos el expediente completo. No ha llegado a tiempo», aseguró Dolón.  

El kiosco tenía caducado el título concesional. El propietario ha intentado a través de un procedimiento judicial prolongado durante doce años luchar por mantenerla hasta agotar el último recurso. 

Tintero

La singular instalación está ubicada sobre un entrante de la costa al mar, una explanada que se empleaba antaño para tintar las artes de pesca, de ahí su denominación popular. La edificación con más de 80 años de historia es referente del imaginario colectivo para varias generaciones de locales y de forasteros, sobre todo de la Vega Baja, que desde principios del siglo XX vienen ligando una parte de sus vidas a esta ciudad turística.

No está claro si la dirección general de Costas se va a limitar a retirar toldos y elementos añadidos a la estructura, demoler el kiosco de singular arquitectura octogonal o derribará por completo el baluarte sobre el mar que separa la playa del Cura de lo que el Ayuntamiento denomina «piscinas naturales» del paseo de Juan Aparicio. «Tampoco lo sabemos nosotros», aseguró ayer el alcalde Dolón.  

Mirar a otra parte

Costas ha permitido recientemente actuaciones polémicas en Torrevieja. Desde hace décadas mira a otra parte con la explotación de dominio público de las terrazas del paseo de Juan Aparicio que ocupan parcialmente dominio público de ribera del mar y no ha intervenido en las obras que han colmatado 1.100 metros cuadrados de espejo de agua por parte del Real Club Náutico para realizar un aparcamiento, porque aunque la competencia sobre la dársena es de la Generalitat, la línea de deslinde afecta a toda la bahía, incluido los muelles de las Eras de la Sal, buena parte de esa marina deportiva, o el paseo de La Libertad.

En este sentido, y para el caso de la bahía existe un informe de firmado por la directora general de Costas, Ana María Oñoro Valenciano en la que cuestiona que se haya puesto en orden lo que se ha realizado en la dársena en los últimos treinta años.