Un policía tesorero y un aparejador interventor en San Miguel de Salinas

El gobierno municipal recurre a funcionarios de otros departamentos para cubrir sus principales puestos de gestión

Instalaciones diáfanas, sin público, ni funcionarios del Ayuntamiento de San Miguel de Salinas.  |  D. PAMIES

Instalaciones diáfanas, sin público, ni funcionarios del Ayuntamiento de San Miguel de Salinas. | D. PAMIES / D.Pamies

D. Pamies

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¿Qué sabe un ingeniero aparejador de la fiscalización de las cuentas municipales, la elaboración de los informes de un presupuesto o los reparos a las facturas sin partida consignada o sin contrato de un Ayuntamiento? En San Miguel de Salinas, parece ser que mucho porque un aparejador es el funcionario que ejerce como interventor municipal accidental. ¿Y un policía local de la gestión de nóminas, cuotas de Seguridad Social, embargos de sueldos, ingresos y pagos municipales? Debe saber casi todo porque un agente municipal es el que cubre la plaza de tesorero, eso sí, en este caso es un oficial y graduado en Derecho. Así está el organigrama de funcionamiento del municipio en dos de sus principales puestos de gestión. El aparejador cubre una plaza vacante y el policía local, la baja del tesorero. Este tipo de sustituciones solo puede ejercerse legalmente durante un mes, con lo que aparejador y policía podrían alternar el puesto próximamente. Antes de que el Gobierno local en minoría del PSOE le pidiera el favor al policía para ocupar el área de Tesorería se lo solicitó a la bibliotecaria, pero apenas duró dos semanas en el puesto.

Plantilla

San Miguel no es un gran municipio por población. Pero no es, tampoco, ni mucho menos, uno de los más pequeños de la Vega Baja. Supera los 7.000 vecinos, cuenta con un enorme edificio consistorial pagado con las plusvalías urbanísticas, 65 empleados públicos en plantilla y está inmerso ahora en la ampliación del casco urbano con dos mil viviendas más, además de atender a media docena de urbanizaciones aisladas repletas de jubilados europeos. A partir de las 5.000 almas en su censo debe contar con un habilitado nacional en las funciones de secretario, interventor y tesorero.

El concejal del equipo de gobierno Óscar Patiño señala que el municipio no ha tenido más remedio que recurrir a «voluntarios» a los que se retribuye en función de su responsabilidad para ejercer esas puesto. Según el edil, que forma parte del grupo socialista con Juan de Dios Fresneda al frente como alcalde desde 2019 y que gobierna en minoría -con 6 de los 13 concejales de la Corporación-, ningún funcionario cercano al área de gestión económica municipal ha querido asumir la plaza. Y asegura que tampoco en la convocatoria oficial de plazas habilitada por la Generalitat que se tramita cada vez que quedan vacantes hay aspirantes a cubrirlas.

Ayuntamiento de San Miguel de Salinas

Ayuntamiento de San Miguel de Salinas / D. Pamies

Oposición

La oposición de Izquierda Unida afirman que esos funcionarios «no vienen porque no están a gusto aquí» y creen que es el equipo de gobierno el que por su forma de gobernar provoca la «espantá» de los técnicos habilitados o funcionarios que puedan ejercer esa función con una formación equivalente, algo que se permite de forma excepcional. Dicen, además, que los que se deciden «duran muy poco» en la Casa Consistorial sanmiguelera desde el momento en el que les dan a la firma expedientes que supuestamente no están dispuestos a asumir.

El último caso ha sido el de la funcionaria interventora, que llegó en junio de 2022 y que se marchó tras insistir en sus informes en las más que razonables dudas que le generaba la liquidación de un plan urbanístico, sin que le hicieran mucho caso. De hecho, Bienvenida Campillo (IU) hace mención a una larga retahíla de funcionarios que han asumido ambos puestos y lo han dejado en los últimos años. Más estable es el que ejerce el secretario municipal. «Hay muchos funcionarios que se han ido en comisión de servicios. Está todo desmantelado en las plazas principales. Solo quieren a personal afín», señala Campillo.

Bolsa de trabajo

Óscar Patiño, por su parte, recuerda que la actual oposición, en algún momento en los últimos tres mandatos también con funciones en el Gobierno municipal, no puso reproche alguno a que el puesto de Intervención estuviera cubierto durante más de una década por una funcionaria administrativa de forma interina y accidental. «Esa funcionaria se marchó en comisión de servicio, como muchos otros en los últimos meses», puntualiza la edil Campillo.

Para situaciones como esta en la que no se cubren las plazas se habilitó una bolsa de empleo para cubrir la plaza de interventor. De aquello solo queda en los archivos municipales un procedimiento contencioso que da la razón a un aspirante, que pretendía cubrir la vacante en 2020, y va a recibir el sueldo que le correspondía al periodo que no ejerció en San Miguel mientras le negaron el puesto y optó a otra plaza.