La balsa de laminación de Doña Inés-Jardín del Mar presentaba tras las lluvias de este sábado el aspecto que se observa en el vídeo. Aunque apenas han sido 10 litros por metro cuadrado -en las zonas de Torrevieja donde más ha llovido- ha sido el chaparrón más generoso en meses en la ciudad y ha dado para que toda la superficie de más de 4.500 metros cuadrados del parque, cuya adecuación está a punto de concluirse, se anegara con una lámina de agua en toda su superficie. Si bien tendría que llover mucho más para completar su capacidad de 14.000 metros cúbicos y tres metros de profundidad.

Recogida de lluvia

La gran cantidad de agua que se ha acumulado en algunas zonas urbanas, pese a ser un episodio de lluvia bastante discreto, es un buen reflejo de lo que ocurre en otros muchos puntos de Torrevieja.

El agua no filtra en el terreno. Corre por viales durante cientos de metros en zonas residenciales acumulándose por gravedad hasta el mar tal y como podía apreciarse a simple vista con el agua que corría también por la Cala del Palangre o la de la Zorra, o hasta la laguna de Torrevieja.

Balsa y jardín inundable de Doña Inés D. Pamies

Nacional-332

Pese a tratarse de una precipitación más bien discreta -ha caído más de lo esperado, pero nada que ver con otros episodios de lluvia torrencial-, cuatro de los cinco colectores bajo la Nacional-332 que dan al nuevo parque inundable presentaban un buen caudal.

Eso sí, eran aguas negras y generaban algo de espuma porque iban mezcladas con toda la contaminación superficial acumulada durante meses en la propia carretera y en toda la cuenca vertiente que da la balsa: avenidas de las Cortes Valencianas, Delfina Viudes, Rosa Mazón, Castilla-La Mancha, París, el polígono Casa Grande o el recinto de mercados.

CV-905

El colector a cielo abierto en paralelo a la CV-905, aguas abajo, también llevaba un buen caudal. Toda esa agua va a parar al entorno de la laguna de Torrevieja. Con suerte, una parte terminará bombeada hasta la depuradora.

Lo que queda claro es que la infraestructura de Doña Inés, prespuestada en más de medido millón de euros por Agamed y la que solo le queda adecuar la rampa de acceso después de realizarse el ajardinamienot y el vallado perimetral de madera, además de intentar salvar este residencial de las calles anegadas de agua, se ha llevado a cabo a fin de que los problemas de cortes por episodios de inundación en la variante de la N-332 se reduzcan a situaciones muy puntuales con precipitaciones de carácter torrencial. Y también que el parque no estará abierto al público durante días cuando llueva aunque las precipitaciones sean escasas.