Llegó a nuestro país como el año pasado lo hicieron otros 9.030 chicos: siendo menor y solo. Uno de esos menas (menor no acompañado) contra los que algunos lanzan sus dardos xenófobos. Él, mientras tanto, estudia cuarto de la ESO y un curso de atención sociosanitaria en Alicante. Y quiere dejar claro que vive de su trabajo y de la única ayuda de sus amigos. Eso además de formar parte del voluntariado de Cruz Roja y de soñar con ser policía «para ayudar a los que llegan como vine yo», precisa. Él lo hizo en patera. Y asustado.

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