Benimarfull albergará un centro de día para jóvenes dependientes de Alcoy y comarca

Benimarfull albergará un centro de día para jóvenes con diversidad funcional de todo el entorno comarcal de l’Alcoià y El Comtat, tal y como ha asegurado la Generalitat a la asociación Somriures, que gestionará las instalaciones. El gobierno autonómico reitera así el compromiso mostrado al incluir el proyecto en el Plan Convivint de instalaciones sociosanitarias, pero además señala que costeará íntegramente la puesta en marcha del centro. El Ayuntamiento de Benimarfull, por su parte, licitará las obras necesarias, aunque luego sea el Consell el encargado de sufragarlas, y posteriormente cederá de forma gratuita el inmueble.

Las distintas partes implicadas han manifestado en los últimos días su disposición a colaborar en esta iniciativa desde sus respectivos papeles. Tal y como indicó este periódico hace algunos meses, la idea de Somriures era utilizar un edificio construido hace ya una década para albergar un centro de mayores, pero que no ha llegado a ser utilizado nunca. El inmueble se encuentra en buen estado en general, pero necesita adaptarse a las características de un centro de día, además de requerir obras de mantenimiento.

El presidente de Somriures, Hipòlit Agulló, explica que el director general de Infraestructuras de Servicios Sociales, Enric Juan, indicó en una reunión con representantes de la asociación, la semana pasada en València, que «el dinero está, hay una línea presupuestaria», por lo que el colectivo no tendrá que buscar financiación para el proyecto. Tampoco deberá licitar las obras, ya que esa tarea la asumirá el Ayuntamiento. El objetivo es habilitar en esta localidad de El Comtat un servicio que suponga una continuidad para los jóvenes que ahora acuden a los colegios Tomás Llácer de Alcoy y Sanchis Banús de Ibi, y que al cumplir 21 años no disponen en estas comarcas de recursos públicos para su atención.

Agulló confía en que la buena disposición de las administraciones «no quede en papel mojado» y las obras se ejecuten lo antes posible, porque «con ellas, nuestros hijos podrán tener una vida más digna», en su entorno y, sobre todo, «integrados en la sociedad». El responsable se felicita de que «las necesidades en bienestar social se equiparen a las de educación y sanidad» y las personas que lo necesitan puedan estar «atendidas y con recursos». También María José Martínez, miembro de Somriures y madre de una joven de 25 años con síndrome de Down, asegura que es «una satisfacción» este proyecto, porque «es muy cruel que estas personas estén en casa y no puedan socializarse: se les acaba la vida». En este centro, su hija podrá hacer «lo que cualquier otra persona», insiste.

Por parte del Ayuntamiento de Benimarfull, Javier Sánchez, teniente de alcalde, considera que es «un orgullo» para la localidad albergar esta instalación, y también «una alegría» dar este uso a un edificio que no ha llegado siquiera a ser estrenado. Además, reitera que el Consistorio se ofrece «para lo que necesite» la entidad: «No habrá ningún impedimento por nuestra parte».

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