La necesidad de realizar una modificación en el proyecto de la pasarela peatonal junto al cauce del río Riquer en Alcoy, bajo el puente de María Cristina, ha obligado a parar otra vez las obras. Así lo ha confirmado a este periódico la concejal de Participación Ciudadana, Teresa Sanjuán, a la que está asignada la actuación al realizarse con fondos de los presupuestos participativos. La edil, no obstante, señala que el cambio que hay que hacer es mínimo, ya que se trata solamente de variar la ubicación de una de las pilastras de la futura pasarela, y confía en que puedan retomarse cuanto antes.

Los trabajos para llevar a cabo este paso peatonal junto al río se habían retomado en los últimos días, después de que a principios de abril un requerimiento de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para verificar que no se veía afectado el propio río detuviera su avance al poco de que comenzaran. Además, una crecida de caudal provocada por las lluvias se llevó adelante algunos materiales de obra como tuberías, que acabaron alrededor de un kilómetro aguas abajo. Superados esos contratiempos, la construcción de la pasarela continuó. Sin embargo, las catas geotécnicas que se han llevado a cabo han dado como resultado que se vuelva a detener la obra.

Según la edil de Participación Ciudadana, en el lugar donde se se iba a instalar la pilastra central de la pasarela se han observado que hay una altura de 15 metros, demasiada para las características de este proyecto. Por ello, hay que volver a redactarlo, reemplazando la pilastra en un lugar que no tenga tanta profundidad, y en el que sea más fácil levantar el punto de apoyo del paso peatonal. Sanjuán explica que esto lo puede hacer la misma empresa adjudicataria de las obras, lo que evitaría tener que hacer nuevos procesos administrativos. Si la mercantil opta por esto, tiene de plazo hasta el próximo 4 de junio, el sábado de esta semana, para llevarlo a cabo.

En caso de que la empresa constructora no asuma la redacción de esa modificación del proyecto, tendrá que ser una firma externa la que lo haga, y para eso tendrá que abrirse un proceso de licitación. Sanjuán espera que esto no llegue a ocurrir, ya que supondría una ralentización en la ejecución. Además, señala que la mercantil "tiene en el contrato" la resolución de posibles contingencias como esta, aunque "también es lícito que diga que no quiere" acometer esa subsanación de errores. Así, de momento la obra sigue a la espera, aunque la concejal insiste en confiar en que el asunto se resuelva cuanto antes y los trabajos puedan continuar con normalidad.

El requerimiento de la CHJ que originó la primera paralización de las obras vino a raíz de una denuncia del grupo municipal de Compromís, que aseguró ante el organismo de cuenta que las obras estaban "afectando a la vertiente de tierra" y suponían "destrucción de la vegetación de ribera". El equipo de gobierno respondió que todo estaba en regla y remitió la pertinente documentación a la CHJ. Sin embargo, pocos días después las lluvias volvieron a suponer un contratiempo, al que ahora se suma la necesidad de reubicar una de las pilastras.