El conseller de Educación se ha propuesto que el diseño de las aulas acompañen la incorporación de nuevas metodologías en la enseñanza, favoreciendo espacios más acordes al trabajo activo y colaborativo de los alumnos que ya aplica el colegio concertado Jesuitas de Alicante, la denominada escuela del siglo XXI.

En declaraciones a Europa Press, Vicent Marzà anuncia el próximo lanzamiento de un concurso de ideas dirigido a arquitectos y pedagogos para que tanto los centros de nueva creación, como aquellos que lo soliciten para el desarrollo de metodologías innovadoras, se adapten a este modelo educativo más propio «del siglo XXI», como concreta el conseller.

Uno de los colegios públicos de la provincia que ya han adelantado esta pretensión es El Palmeral de Alicante, al que se desplazaron este año tanto el president, Ximo Puig, como el titular de Educación, Vicent Marzà, para inaugurar oficialmente el curso 2018-19.

«El curso que viene se liberará un aula y la vamos a utilizar para incorporar nuevas metodologías. Y para el siguiente tendremos otras dos aulas, las más exteriores. Nos hemos planteado tirar un tabique y crear un espacio amplio», concretó ayer la directora del colegio El Palmeral a preguntas de este diario.

Adaptación

El de El Palmeral es uno de los proyectos sobre los que trabaja el Consell para crear «un espacio totalmente diferente, aulas más grandes, tirando abajo tabiques, con diferentes espacios para la investigación y el trabajo colaborativo, y la presencia de más de un profesor por aula», subraya el conseller.

Es el mismo modelo que ya ha puesto en marcha el centro concertado Jesuitas, de Alicante, de manera progresiva, para ir acompasando estas nuevas metodologías con una arquitectura más acorde donde el protagonista es el alumno y el espacio se acomoda a una enseñanza más práctica.

«Los espacios también educan y no pueden seguir reproduciendo la escuela del siglo XIX o XX. Queremos espacios del siglo XXI», insiste Marzà, al tiempo que asegura que ya ha incluido una partida presupuestaria en el capítulo de inversiones del año próximo para hacer frente al arranque de estas medidas.

El objetivo que persigue el departamento de Educación con el cambio de las infraestructuras más básicas, como son las aulas, es impulsar la innovación educativa. «La idea es poner en marcha experiencias piloto a través de un concurso en el que participen equipos de técnicos en arquitectura, pero también pedagogos, para que los espacios educativos respondan a las necesidades de los niños, con metodologías que tenemos claro que deben ser activas», según detalla el conseller.

El plan de la conselleria está pensado tanto para infraestructuras de nueva construcción como para ir reformando aquellos colegios e institutos que trabajen y desarrollen nuevas metodologías, porque necesitan otro tipo de espacios para llevarlas a la práctica.

Asegura Marzà que desde la administración se está contactando con diversos expertos «para que sean ellos los que marquen las condiciones del concurso, ya que es algo novedoso». Y prevé lanzarlo antes de las próximas elecciones, aunque su puesta en macha ya será posterior. «Planificamos a largo plazo, no pensando en las elecciones», concluye.