Ni entradas ni salidas. La Generalitat decretó ayer por la tarde el cierre perimetral de toda la Comunidad Valenciana, que entrará en vigor a mediodía de hoy y se prolongará durante los próximos siete días. A lo largo de la siguiente semana sí estarán permitidos los desplazamientos internos entre las tres provincias y solo podrán entrar o salir de la Comunidad quienes justifiquen que trabajan, estudian, tienen residencia en el territorio valenciano o quienes deben cuidar de una persona dependiente, entre otras excepciones. Puig toma esta decisión aun reconociendo que la Comunidad «tiene una de las mejores tasas de incidencia de España» y después de que en la jornada de ayer se fueran sumando cada vez más comunidades a los cierres perimetrales. Una medida que llega, como también reconoció Puig, «por la inacción y la confusión que están generando algunos gobiernos», en clara referencia a la situación de Madrid.

El presidente de la Generalitat Valenciana anunció el nuevo confinamiento en una comparecencia en el Palau de la Generalitat acompañado de la consellera de Sanidad, Ana Barceló. Ambos dirigentes también anunciaron un nuevo paquete de restricciones para 25 localidades de la provincia de Alicante en las que se ha perdido el control del virus. A Elche y Orihuela, en las que ya se habían adoptado medidas hace dos semanas, se suman otros municipios como Elda, Petrer, Pinoso y buena parte de la comarca de la Vega Baja. Estas medidas pasan, fundamentalmente por la limitación de aforos y de actividades sociales y deportivas. Así, por ejemplo, los bares, restaurantes y comercios minoristas sólo podrán ocupar un tercio de su aforo en el interior. Las terrazas sólo se podrán ocupar al 50%. Los velatorios tendrán un límite máximo de 25 personas y las ceremonias, de 30. En los pabellones deportivos no se podrá superar un tercio de su aforo. Estas medidas entrarán en vigor en la medianoche del viernes al sábado y tendrán una vigencia de 14 días.

Simón: "Creo que un confinamiento muy corto no es suficiente"

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También se ha anunciado una nueva medida que afecta a las sedes festeras de toda la Comunidad Valenciana, en las que no se podrán reunir más de seis personas. Esta restricción afecta a los locales de cualquier entidad festera, desde Fallas a Hogueras, pasando por Moros y Cristianos. Esta restricción se prolongará hasta el 9 de noviembre.

Las nuevas restricciones, calificadas por el presidente como de «cirugía fina», se suman además a las que adoptó la Generalitat Valenciana el pasado fin de semana para todo el territorio de la Comunidad, las más importantes el toque de queda entre las 00 horas y las 6 de la mañana y la limitación a seis personas en reuniones, tanto en espacios públicos como privados, entre personas no convivientes.

Tanto Puig como Barceló dejaron claro que los plazos dados para cada una de estas nuevas restricciones se pueden prolongar si la evolución de la pandemia sigue siendo desfavorable.

De momento, y pese a las voces de los expertos que piden más contundencia en las medidas, no se contempla el confinamiento de ningún municipio, ni cuarentenas de fin de semana, ni el cierre de la hostelería, como sí están haciendo en otras autonomías y otros países de nuestro entorno. De nuevo Puig quiso lanzar un órdago a los hosteleros en ese constante equilibrio entre la salud y la economía que se está dando en toda la pandemia. «Cada país toma la decisión oportuna. Nosotros estamos mejor que muchos países de Europa y buscamos el equilibrio entre la vida, la realidad de nuestra sociedad y el principio de la salud». Estas nuevas medidas se toman después de que hayan pasado diez días de las anteriores y sin que la evolución de la pandemia haya mejorado en este tiempo. En todos los municipios afectados por las restricciones hay una transmisión comunitaria generalizada y sostenida, un aumento exponencial de los casos todo el mes de octubre y una disminución de la trazabilidad, es decir, del origen de los contagios.

A lo largo de esta mañana la Guardia Civil ha estado realizando controles en la A7, salida 545, frontera con la Región Murcia.

A lo largo de esta mañana la Guardia Civil ha estado realizando controles en la A7, salida 545, frontera con la Región Murcia y en la  A-31 dirección Madrid-Alicante-a la altura de Villena- para comprobar los vehículos que entran de la Comunidad Valenciana procedentes de otras autonomías.

Son los primeros controles que se montan para hacer cumplir el cierre perimetral decretado anoche por el Consell. Están siendo realizados por agentes de Seguridad Ciudadana y USECIC de la Comandancia de la Guardia Civil en Alicante. 

Primeros controlespara comprobar que los vehículos que entran en la Comunidad Valenciana tienen todos los permisos.