El Ayuntamiento de Alicante ha elaborado un plan de choque para el día 31 de diciembre con más controles policiales, de alcoholemia y aglomeraciones al dispararse la demanda para celebrar una "Tardevieja", Nochevieja de tardeo o Nochevieja Australiana a causa de la masiva cancelación de cenas y cotillones por el toque de queda a medianoche, declarando además esa jornada como de "alto riesgo". En el dispositivo, de 10 de la mañana a doce de la noche, participarán 300 policías locales y voluntarios de Protección Civil.

El plan, en coordinación con la Policía Nacional y la Guardia Civil, consiste en la realización a lo largo de todo el día de controles de alcoholemia, sobre todo en los accesos y salidas de la ciudad, y en áreas de gran movilidad como las zonas playas; un control de botellones y fiestas en domicilios particulares, sobre todo en las zonas rurales, para evitar celebraciones ilegales como las que se produjeron en Nochebuena excediendo el aforo máximo aprovechando las áreas de dispersión; y la tercera acción es un plan de control aglomeraciones en "zonas calientes" desde el inicio del estado de alarma como son la calle Castaños, el casco antiguo y la zona de playas, esta última en el eje avenida Costablanca, Países Escandinavos, Historiador Vicente Ramos y el Golf.

En Castaños se desplegará un control de acceso con vallas y agentes de policía similar al instalado junto al Belén gigante de la plaza del Ayuntamiento para impedir, sobre todo, los corrillos de gente de pie. La entrada será por el Teatro y la calle Bailén, mientras que la salida será por la calle Gerona y la calle Bazán. Habrá Policía Local y Protección Civil vigilando el aforo y se cerrará si se desborda. En las otras zonas calientes (Barrio y playas) se aumentará el control mediante patrullas.

Gráfico con los planes especiales del Ayuntamiento para Nochevieja

El alcalde, Luis Barcala, ha asegurado que no se va a perjudicar ni a los hosteleros ni a los comerciantes de la calle Castaños, ya que se permitirá el paso de peatones y el acceso a las terrazas, que pueden instalarse con la mitad de su aforo, bien con reserva o en caso de que haya espacio libre en los establecimientos, pero no se consentirá el apelotonamiento de gente en la calle. Este plan responde, ha explicado, al incremento en los contagios de coronavirus y a la "preocupación" que ayer expresó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, sobre el tardeo.

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El dispositivo lo compondrán unos 300 efectivos entre Policía Local y Protección Civil, y se desplegará desde las diez de la mañana hasta la medianoche. A la hora del toque de queda comenzará el dispositivo nocturno. Barcala, que ha comunicado el operativo a la consellera de Justicia Gabriela Bravo ante el llamamiento a la prevención que ha hecho el Consell a los municipios, ha apelado a la responsabilidad de los ciudadanos porque "un día de fiesta puede salir carísimo. No queremos que a la vuelta de Fin de Año nos veamos abocados a nuevas restricciones”.

El alcalde, Luis Barcala, junto a la vicealcaldesa, en un momento de la comparecencia de hoy