Optimismo entre la hostelería alicantina. Es la sensación que se desprende de los restauradores que han visto en la descongestión de las medidas sanitarias anunciadas días atrás por el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, un respiro de aire fresco. Este cambio respecto a poco tiempo atrás viene propiciado también por otros factores como la climatología y la celebración de actividades para los próximos meses, como la Semana Santa en abril o las Hogueras en junio.
Aunque una de las medidas que más se ha notado en el incremento de la reservas es la eliminación del máximo de 10 comensales por mesa. Ahora, los grupos quieren retomar aquellas comidas que no pudieron realizar meses atrás. El presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante, César Anca, explica a INFORMACIÓN que serán las comidas y cenas de empresa las que mayor interés han despertado, «vamos a celebrar las Navidades en marzo», confiesa, ya que pese a que un elevado número de comensales podían acudir sentados en distintas mesas, no eran pocos los clientes que preferían aguardar para estar todos juntos.
Anca añade que pese a que los meses de marzo y abril ya prevén una mayor actividad, con reservas «casi al completo», esto también se debe al turismo extranjero que visita la capital de la provincia, aunque aún no vislumbran cómo será la actividad más allá de estos próximos dos meses. Pese a que las Hogueras ya muestran el retorno de la vida a las calles casi como lo era antes de la pandemia, el presidente de ARA advierte, «somos cautos, también esperábamos lo mismo para Navidades», con unas predicciones muy positivas que finalmente cambiaron de manera negativa con los datos de incidencia que se desprendían.
Desde la federación provincial de hostelería (FEHPA), su presidenta, Mar Valera, también habla de optimismo de cara a los próximos meses, con más movimiento de cara a posibles eventos, aunque por el momento «no ha dado mucho tiempo a notar el cambio». Según Valera, en Alicante ya se experimenta un movimiento turístico que repercute de manera positiva, «siempre es bueno para nosotros y para la ciudad en sí».
En cuanto a las reservas de los grupos, «ya estaban previstas para los próximos meses, ahora lo que hace falta es que se vea ese incremento de cara a la Semana Santa», aunque hay esperanza. En ese sentido, Valera añade que «estamos muy confiados en que no vamos a retroceder, cruzaremos los dedos y seguiremos siendo optimistas».
Un planteamiento de normalidad a medio plazo es el que contemplan desde la asociación de restauración y ocio, Alroa. Su presidente, Javier Galdeano, explica que el objetivo es que para Semana Santa se eliminen las mascarillas en los recintos interiores y se permita fumar en las terrazas, las dos principales medidas vigentes, que Galdeano pone en cuestión que sigan en activo.
«Las expectativas son bastante buenas», y como muestra Galdeano nombra las Fallas, un evento masivo similar que «va a ser casi normalizado» y que permitirá servir de referencia para Hogueras, tres meses más tarde, por este motivo «no va a ser peor que Fallas».
En el caso de la prohibición de fumar en terrazas, existe un rechazo unánime por parte de las tres asociaciones, el motivo principal es que este freno al tabaco repercute en una disminución de las sobremesas, así lo explica Mar Valera, «nos va a perjudicar», mientras que César Anca añade que «no es una medida covid» y en caso de representar un riesgo real habría un estudio al respecto y se extendería a otros ámbitos.
Por su parte, Javier Galdeano asevera que «la mayoría de países nos llevan la delantera» en cuanto al levantamiento de restricciones se refiere. El fin del pasaporte covid a partir del 1 de marzo también cierra una etapa en la que bajo este pretexto había aumentado el número de población vacunada, repercutiendo así en la mejora de los datos y la situación de los casos.
