La multinacional Dachser ha comenzado la obras para levantar su gran centro logístico en el puerto de Alicante. La concesión ocupa una superficie de 51.364 m2, en los que se creará una plataforma logística dedicada al transporte de mercancías, marítimo y por carretera, con una nave industrial de más de 13.000 m2 y un edificio de oficinas, con unos 2.300 m2 de superficie. La inversión total prevista por la empresa, asciende a 15 millones de euros, y el plazo de la concesión es de 30 años.
Dascher Iberia factura 680 millones de euros al año y tiene 3.000 empleados. Es la cabecera del citado grupo alemán en España y Portugal, cuya actividad principal consiste en el desarrollo de las actividades de transporte de mercancías, tanto de ámbito nacional como internacional. El “gigante” de la logística germano recibió la concesión del puerto para instalarse en Alicante a finales de 2020, pero los trámites se han ido retrasando, la crisis de la pandemia también afectó y ahora se retoma un proyecto que tiene un plazo de ejecución de 24 meses.
La compañía prevé una posterior ampliación de la nave con 2.246 m2 adicionales, en una parcela que cuenta con conexión con la autovía A-31, el vial del puerto y la nave industrial de los Mayoristas del Pescado. De esta forma, el resto de la superficie se destinará a espacio de estacionamiento para la carga y descarga de los camiones frente a los muelles, una zona de rodadura, aparcamiento para camiones y automóviles y una garita de control en el acceso.
El resto de la superficie se destinará a espacio de estacionamiento para la carga y descarga de los camiones frente a los muelles, una zona de rodadura, aparcamiento para camiones y automóviles y una garita de control en el acceso. En concreto, se estima la construcción de 16 plazas de espera de camiones, 46 plazas de 17 metros de longitud, 48 de nueve metros de longitud, 129 plazas de intercambio y 124 plazas de automóviles. Dispondrá de un total de 46 muelles de carga, y la distribución de los espacios interiores se realizará mediante estructuras metálicas modulares tipo celosía, completamente desmontables.
El plan de empresa del Puerto 2020-2024 contempla una inversión de 140 millones de euros, de los que 22 corresponderán a actuaciones propias, y los otros 118 millones de euros llegarán de los concesionarios. Sobre la mesa está también el convenio de colaboración con Adif para construir un aparcamiento para trenes de mercancías de 750 metros de longitud en la línea Alicante-La Encina, algo por lo que compiten los ayuntamientos de Elda y Villena.
La falta de una buena conexión ferroviaria del puerto con Europa provoca unos sobrecoste de 12 millones de euros al año a las empresas exportadoras, que optan por la carretera, bien para llegar a sus destinos o para llevar las mercancías a otros puertos como València o Algeciras. Algo que se revertirá en unos tres años si se cumplen los plazos del Ministerio de Transportes para conectar los muelles con el Corredor Mediterráneo. Si no hay sorpresas de última hora, la conexión coincidirá ya con el centro logístico de Dachser a pleno rendimiento.
Hasta 2024, la Autoridad Portuaria ha dividido sus actuaciones en tres grandes grupos. Actuación puerto-ciudad, con la inversión pública para la mejora de los muelles 1 y 2, dando continuidad al proyecto de inversión privada que se ocupará de los muelles 4, 6, 8 y 10, correspondientes a los aledaños a la Marina Deportiva, y la creación de un anillo peatonal en la dársena interior.
Transbordador
Por otro lado, el Puerto ha autorizado ya la construcción de una estructura fija o isla, que se ubicará en la bocana de entrada de la dársena interior del puerto. El importe de adjudicación asciende a, aproximadamente, 2,1 millones de euros, después de impuestos, y el plazo de ejecución, que comenzará una vez se formalice el contrato, será de cinco meses. La Autoridad Portuaria tiene previsto convocar un concurso público para elegir la empresa que asumirá la creación y gestión de un restaurante. El proyecto del transbordador cuenta, en principio, con el visto bueno de Capitanía Marítima, que, no obstante, exige que el barco tenga un patrón y no navegue automático.
