La pandemia agrava la brecha laboral entre hombres y mujeres en la provincia

La crisis sanitaria se ceba con los sectores más feminizados, lo que provoca que la recuperación del empleo esté siendo más lenta . Ellas acumulan más contratos a tiempo parcial y más ERTES

Una kelly limpia las habitaciones de un hotel de la provincia, en imagen de archivo

Una kelly limpia las habitaciones de un hotel de la provincia, en imagen de archivo / David Revenga

Pino Alberola

Pino Alberola

Empleos más precarios, menores salarios, mayor dedicación al cuidado de los hijos y del hogar. Estos dos años de pandemia, y la crisis económica derivada de esta crisis sanitaria, han abierto aún más la brecha social y laboral entre hombres y mujeres en la provincia de Alicante. El Día Internacional de la Mujer, el tercero que se celebra en pandemia, llega por tanto cargado de motivos para seguir luchando por la plena igualdad entre hombres y mujeres, algo que de momento sigue siendo una utopía.

“En 2014, con la recuperación tras la crisis de 2008, las cifras habían ido mejorando, aunque siempre con una clara brecha para la mujer. El problema es que la pandemia se ha cebado con sectores donde las mujeres tienen una mayor presencia, como puede ser el de los servicios”, explica Yaissel Sánchez, secretaria general del sindicato UGT.

Y aunque en los últimos meses se está asistiendo a una recuperación económica, está siendo más tímida para las mujeres, como lo reflejan los datos del paro. En el último año, la caída en el desempleo ha sido del 13% para los hombres y del 5,3% para las mujeres. Actualmente, 90.361 mujeres buscan empleo en la provincia de Alicante, frente a 60.340 hombres. La inmensa mayoría del desempleo femenino se da en el sector de los servicios, con casi 68.000 mujeres buscando un trabajo, seguido de la industria, con cerca de 12.000.

La desigualdad también se aprecia en el tiempo de permanencia en las listas del paro. 40.000 mujeres llevan más de un año buscando trabajo en la provincia, casi el doble que en el caso de los hombres. El desempleo se ceba especialmente con las mujeres de entre 55 y 59 años, grupo seguido muy de cerca por las mayores de 59 años.

Respecto al empleo que se ha creado en el último año, este tiene rostro de hombre. Casi el 57% de los contratos indefinidos los firmaron hombres.

"Con la pandemia se ha visto más que nunca que el cuidado del hogar y de los hijos es cosa de mujeres", Yolanda Díaz, Plataforma Feminista

Más paro, menos contratación y menos horas de trabajo. Tradicionalmente las mujeres son las que acumulan un mayor número de contratos a tiempo parcial para poder dedicarse al cuidado de los hijos. El año pasado no fue una excepción. Las mujeres en la provincia firmaron 11.525 contratos parciales, frente a los 7.256 de hombres. “Con la pandemia se ha visto más que nunca que el cuidado del hogar y de los hijos es cosa de mujeres y esto tiene repercusiones no sólo en la actualidad, también a largo lazo sobre las pensiones que estas mujeres cobrarán el día de mañana”, advierte Yolanda Díaz, coordinadora de la Plataforma Feminista de Alicante.

  • 5,3%

    Caída del desempleo femenino en el último año

    La recuperación del empleo está llegando de manera desigual a las mujeres. En el caso de los hombres la caída del desempleo es del 13%

  • 30,5%

    Mujeres en cargos directivos de empresas

    La inmensa mayoría de los puestos de dirección en las empresas de la Comunidad Valenciana siguen estando ocupados por hombres.

  • 87,9%

    Brecha salarial para ellas

    La brecha salarial entre hombres y mujeres se ha ido reduciendo en los dos últimos años, aunque motivado en gran medida por la caída general de los salarios, según se recoge en un informe de Ineca.

Otro dato que refleja el mayor impacto de esta crisis sobre las mujeres es el de trabajadores en situación de ERTE. El estudio “Situación laboral de la mujer en la provincia de Alicante”, del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca), revela que las trabajadoras en situación de expediente de regulación temporal de empleo superan a los varones. “Este dato por sí solo ya es negativo, pero lo es más si tenemos en cuenta que la población laboral masculina supera a la femenina. De hecho, en la provincia de Alicante y para el año 2020 por cada varón en activo había 0,82 mujeres activas”, señala el autor del informe y director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis .

"Confiamos en que los planes de igualdad de las empresas se conviertan en una herramienta útil para reducir la brecha", Arancha Luque, CC OO

Según las cifras del Instituto Nacional de la Seguridad Social, en la provincia permanecen 1.987 mujeres en ERTE, frente a 1.812 hombres. El estudio elaborado por Ineca incide además en que la brecha se acentúa en los grupos de edad más vinculados con la maternidad y edad más tempranas de los hijos.

El único dato positivo de este panorama es que la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha reducido en estos dos años, según se refleja en el informe de Ineca. Así, este trabajo pone de manifiesto que la brecha remunerativa en la provincia de Alicante de las mujeres ha pasado del 85,8% en 2019, al 87,0% un año después, y en 2021 al 87,9%.

"Con la próxima reforma laboral se podrán corregir muchas desigualdades, ya que el salario mínimo aumenta y se reducirá la temporalidad", Yaissel Sánchez, UGT

Sin embargo, esta reducción se ha producido en el marco de una caída global de los salarios de todo el conjunto de los trabajadores. Francisco Llopis, sostiene que en el año 2020 en Alicante los salarios recogieron un recorte respecto al año anterior, más amplio en el caso de los varones, lo que provocó una mejora relativa de la retribución de las mujeres. En dicho año, los ingresos descendieron respectivamente un -2,2% y un -0,4% en varones y mujeres.

Con el covid, además, han llegado nuevas formas de empleo, como el teletrabajo, un arma de doble filo, a juicio de Arancha Luque, responsable de la Secretaría de Igualdad de CC OO. “El teletrabajo no ha sido el mismo para hombres que para mujeres. En la mayoría de los casos ellas han tenido una doble carga, al tener que teletrabajar y ocuparse de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos”. Y es que en estos dos años de pandemia se han acrecentado aún más las diferencias también dentro del hogar. Ellas dedican aún más tiempo al cuidado de los hijos y de las tareas de la casa.

Una camarera sirve a dos clientes en una terraza de Alicante

Una camarera sirve a dos clientes en una terraza de Alicante

Yaissel Sánchez confía en que la próxima reforma laboral permita ir mejorando estas cifras, “y reducir la temporalidad y precariedad que soportan las mujeres trabajadoras, ya que con esta reforma se incrementa el salario mínimo y se pone fin a los contratos temporales”.

Yolanda Díaz cree que en esta pandemia las mujeres han estado en primera línea de batalla sin recibir compensación alguna. “Sólo hay que pensar en las médicos, enfermeras, TCAE, limpiadoras, cajeras de supermercado… La pandemia ha puesto el foco en los sectores más feminizados de nuestra economía. Se les ha aplaudido mucho, pero a nivel retributivo no se las ha reconocido porque las mujeres siguen teniendo los salarios más bajos”. Díaz recuerda que por término medio, las mujeres cobran 5.100 euros anuales menos que los hombres por el mismo trabajo.

Por su parte, Arancha Luque espera que los planes de igualdad, a los que están obligadas a acogerse todas las empresas con más de 50 empleados, se conviertan en una herramienta que corrija estas desigualdades.

Estos dos años de pandemia también han dejado desigualdades en otros ámbitos laborales, como el científico. “Se ha demostrado ya que durante toda esta crisis sanitaria, el nivel de publicaciones científicas en revistas de alto impacto ha aumentado entre los hombres y por contra ha disminuido entre las mujeres”, afirma María Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Salud Pública de la Universidad de Alicante.

Pero la pandemia ha tenido más repercusión sobre la mujer en otras esferas y no sólo la laboral. Llevamos dos años en los que hospitales y centros de salud se han visto desbordados por el virus y han tenido que aparcar la asistencia a otros enfermos, en especial los crónicos. Y son las mujeres las que, debido a la mayor esperanza de vida, sufren más de este tipo de dolencias y en estos dos años han visto cómo se suspendían las consultas de seguimiento.

Algo que ya se está traduciendo en cifras. “España es uno de los países en los que más mujeres han muerto de otras causas distintas al covid”. Ruiz Cantero también advierte de que el hecho de que el covid en mujeres se manifieste de forma distinta está provocando un retraso diagnóstico, “va a suponer que haya más mujeres que hombres con covid persistente”.

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