El bipartito estudiará sanciones a la empresa del autobús urbano por el cambio del recorrido en Juan XXIII ante la falta de seguridad

El gobierno municipal subraya que la modificación en el trayecto en las líneas 06, 11 y 17 es una decisión unilateral del comité de empresa - El lunes, reunión de la Mesa del Transporte para abordar el problema ante las críticas vecinales

Un autobús pasa por el barrio de Juan XXIII, pero sin atravesar la calle Barítono Paco Latorre, donde se han producido pedradas contra el servicio municipal

Un autobús pasa por el barrio de Juan XXIII, pero sin atravesar la calle Barítono Paco Latorre, donde se han producido pedradas contra el servicio municipal / ALEX DOMINGUEZ

C. Pascual

C. Pascual

El cambio en el recorrido de tres líneas del autobús urbano por Juan XXIII ante los problemas de inseguridad en el barrio puede que le acarreen una sanción económica a la adjudicataria del servicio, que está al cargo del contrato tras una prórroga de emergencia al caducar la concesión. Así lo asegura el concejal de Transportes, Manuel Villar, quien subraya que la modificación del trayecto que realizan esas tres líneas, que desde esta semana no circulan por la calle Barítono Paco Latorre tras la veintena de pedradas sufridas por autobuses del servicio municipal, es una decisión unilateral del Comité de Empresa. El edil apunta que el Ayuntamiento de Alicante abrirá un expediente informativo por el cambio en el recorrido de tres de las líneas del servicio municipal, en el que se valorará posibles consecuencias ante la no prestación del servicio.

El concejal, por otro lado, recuerda que el Ayuntamiento ha solicitado a la Subdelegación que intervenga al tratarse de un tema de seguridad ciudadana, ya que, según añade, además de las pedradas a los autobuses, las agresiones también han afectado a vehículos privados. El lunes, ante la petición vecinal, se reunirá la Mesa del Transporte, según ha confirmado Villar, para abordar el asunto. En la cita estarán presentes representantes vecinales para proporcionarles toda la información existente. Desde la concesionario del servicio, al menos por ahora, prefieren no hacer declaraciones. Mientras, desde el Comité de Empresa siguen a la espera de soluciones en la seguridad. 

Una luna rota de un autobús urbano, tras una pedrada en Juan XXIII

Una luna rota de un autobús urbano, tras una pedrada en Juan XXIII / informacion.es

Y todo porque las agresiones, con piedras de gran tamaño, sufridas por los autobuses a su paso por calles del barrio de Juan XXIII de Alicante han forzado esta semana a modificar el recorrido de tres líneas, aunque una de ellas solo da servicio los días de mercadillo. En concreto, se trata de las líneas 06 (Estación de Autobuses - Juan XXIII) y 11 (Virgen del Remedio - avenida Denia), que ya no circulan por la calle Barítono Paco Latorre. También se ve afectada la línea 17, exclusiva para el Mercadillo de Teulada que da servicio los jueves y sábados.

La decisión ha caído como un jarro de agua fría entre los vecinos, que reclaman al bipartito de Alicante que refuerce la seguridad en el barrio para que las líneas puedan recuperar el recorrido habitual. Así se lo han hecho saber al gobierno local a través de un escrito.

"Reclamamos que se proceda a restaurar el servicio público municipal del autobús en Juan XXIII, 2º Sector, con sus frecuencias y paradas", señala el texto, en el que también piden que se convoque la Junta de Distrito 2 en sesión extraordinaria para hablar de las incidencias en el transporte público en su trayecto por Juan XXIII y de "soluciones y protocolos de seguridad".

Según ha comunicado la concesionaria del servicio, la modificación de las líneas "por motivos de seguridad" no tiene fecha límite: "Hasta nuevo aviso". Los cambios en las líneas han supuesto la anulación de cuatro paradas en la línea 06 y de una decena en la línea 11.

En el escrito vecinal, firmado por los presidentes de las asociaciones de vecinos de Juan XXIII y de Colonia Requena, se lamenta que "sin previo aviso el servicio público de autobús haya sido suprimido en la calle Barítono Paco Latorre, afectando muy gravemente a los derechos de los usuarios de toda una amplia zona de Alicante". Los vecinos reclaman, en ese texto, al alcalde, Luis Barcala, que como máximo responsable de la Policía Local "proceda con toda urgencia a mantener la seguridad en el recorrido del autobús L6 y L11, restableciendo este esencial servicio público".

Las asociaciones firmantes del escrito admiten que son "conscientes de que la seguridad debe ser una cuestión prioritaria", que comprenden "las exigencias del Comité de Empresa", al tiempo que dicen no llegar a "entender que el Ayuntamiento haya sido, hasta el momento, claramente incapaz de controlar un problema tan limitado en el espacio justo al lado de un dispositivo policial".

Además del escrito registrado por los vecinos, también ha llegado otro documento al Ayuntamiento, en este caso firmado por el Comité de Empresa del servicio municipal de transporte urbano, en el que se carga también contra el bipartito por la falta de soluciones. "En la reunión de la Mesa de Transporte urbano colectivo, celebrada el pasado día 10 de marzo de 2022, se trató una vez más el preocupante incremento de ataques a los autobuses de las líneas 06, 11 y 17", arranca el texto, que añade:

"En esta ocasión, según el informe aportado por el Operador de este Servicio Público, entre los meses de febrero y marzo de este año, los conductores de los autobuses urbanos hemos sufrido 23 ataques a los autobuses donde trabajamos con lanzamientos de piedras de considerable dimensiones y peso, que al impactar contra las ventanas acristaladas de los autobuses penetran violentamente en el interior, poniendo en grave peligro la integridad física de los conductores/as, usuarios y de los viandantes, ya que, al ser muy alta la posibilidad de la pérdida del control del autobús, podrían producirse accidentes de diversa gravedad".

La situación "produce un estrés psicosocial muy perjudicial en el ámbito laboral por la constante amenaza de poder ser agredidos con total impunidad", según el comité, que dice desconocer también "qué tipo de medidas eficaces se han podido adoptar durante todo este tiempo por el Ayuntamiento de Alicante, titular de este Servicio Público".

Según los representantes de los trabajadores, "ante esta indefensión de los poderes públicos" se han visto "obligados a no circular por la Calle Barítono Paco Lacalle, lamentando que la interrupción indefinida de este esencial Servicio Público cause un grave perjuicio para un considerable número de usuarios". El Comité subraya que "estos lamentables incidentes se producen insistentemente, durante muchos años, justo al lado de un retén de la Policía Local y, por ello, manifestamos una gran preocupación porque estas agresiones, lejos de solucionarse, se están agravando.

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