Los patos invaden los clubes sociales de la UA

Integrantes por mérito propio de la comunidad universitaria. Así sucede desde hace años, pero no por ello, deja de llamar la atención. Los patos no son solo un miembro más de la Universidad de Alicante, sino que directamente se comportan como tal. El último ejemplo de ello es la fotografía que una estudiante ha compartido en su cuenta de Twitter (@martaamartiinz) con el siguiente texto: "Por esto pago la matrícula de la UA". La imagen ha causado sensación (acumula millares de interacciones) y habla por sí sola.

En la foto aparecen dos patos por los interiores de un club social de la universidad. Los animales muestran una enorme tranquilidad mientras se mueven como un estudiante más entre las mesas y sillas de la cafetería. Se puede apreciar sin ningún problema la poca (casi inexistente) distancia que guardan con las personas presentes en el lugar, síntoma de la confianza que solo da el tiempo, el que humanos y aves comparten desde hace años en la Universidad de Alicante.

Este tipo de encuentros o situaciones forman parte del día a día en el campus alicantino. De hecho, la sorpresa es ya una emoción totalmente ajena en estos animales y en realidad, suele darse en los estudiantes procedentes de otras provincias que aterrizan en la facultad sin saber nada acerca de ella. 

Ese primer encuentro que vive un recién llegado debe ser algo así. Mientras el nuevo alumno no puede evitar sentir cierta ilusión y quedarse algo pasmado cuando se topa por primera vez con un pato, el animal ignora por completo su presencia.

Lo cierto es que los patos de la UA están más que acostumbrados a nuestra compañía, y también, a nuestros hábitos. Muestra de ello son los vídeos que aparecen como respuesta en la publicación de @martaamartiinz. 

Un par comentarios a su tweet adjuntan grabaciones de otros puntos del campus, y en ellas aparecen algunas de estas aves usando los pasos de peatones para cruzar la carretera que recorre la facultad. Una simpática imagen de lo más curiosa y que quizá sea fruto de la casualidad, o tal vez sea una prueba más de la estrecha relación que mantienen patos y personas en la Universidad de Alicante.