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Esclavos de sus palabras

La primera entrega de las audiciones de los pinchazos telefónicos en el juicio del Plan Zonal no dejan lugar a dudas sobre los tejemanejes para amañar la adjudicación de la planta de residuos de la Vega Baja

Joaquín Ripoll, Rafael Gregory, Enrique Ortiz y Antonio Amorós en una de la sesiones del juicio. Este jueves solo han estado Ripoll, Gregory y Amorós. ANTONIO AMORÓS

Pocas dudas de las maquinaciones para amañar la adjudicación del macro vertedero de la Vega Baja le han debido quedar al tribunal de la Audiencia de Alicante que desde noviembre está juzgando estos hechos tras la primera sesión de la vista oral dedicada a la audición los conversaciones telefónicas intervenidas en el marco de esta investigación.

Un proceso que trata de aclarar si José Joaquín Ripoll, expresidente de la Diputación y exvicepresidente del Consell en el etapa de Eduardo Zaplana, se prevalió de su cargo para, en contra de los intereses generales, beneficiar a los empresarios Ángel Fenoll y Enrique Ortiz con la instalación del macro vertedero de Vega Baja, el conocido como Plan Zonal XVII, a cambio de prebendas que irían desde dos pisos o su valor en metálico (en torno al millón de euros) y viajes en los yates de Ortiz. En total son trece los acusados con peticiones de pena que para algunos superan los tres lustros de prisión.

Después de varias jornadas dedicadas a que defensas y acusación perfilaran, no sin cierta tensión, el operativo de las audiciones, este jueves se ha podido oír en la sala el primer bloque del medio millar de conversaciones seleccionadas por los fiscales anticorrupción Felipe Briones y Pablo Romero. En total serán  497 las que se escuchen, que suman trece horas. Los pinchazos telefónicos se prolongaron en algunos casos durante casi tres años.

La jornada se ha consumido con la escucha que de lo intervenido en el terminal de Ángel Fenoll la acusación ha considerado relevante para la causa, en la que el empresario de Orihuela se ha negado a declarar tanto durante la fase de instrucción como en la vista oral.

De ahí el valor de los desvelado por unas conversaciones en las que quedan patentes los tejemanejes del industrial de las basuras para lo que en un primer momento era su objetivo: hacerse con la adjudicación del Plan Zonal tocando a quien tuviera que tocar, recurriendo a quien tuviera que recurrir e intentado que se amañara lo que se tuviera que amañar.

Como las puntuaciones del consorcio a las propuestas presentadas para el macro vertedero. Entre ellas, la suya, que según los pinchazos contaba en principio con todos los parabienes, y la de la UTE de Ortiz con Cespa, la más valorada y la que al final consiguió la contrata. Motivo por el que, según sostiene Anticorrupción, Ripoll propició el cambio de ubicación aprobado por el consorcio a otros terrenos propiedad de Fenoll presionando a Ortiz para que se los comprara y compensar así al empresario oriolano por haberse quedado fuera del negocio de las basuras pese a sus buenas relaciones con el PP. De hecho, hay escuchas en las que el himno del PP se cuela de fondo.

Como asesores y correas de transmisión de sus órdenes y aspiraciones aparecen casi de continuo el empresario Rafael Gregory, también acusado y quien en sus charlas con Fenoll se refiere a Ripoll como "el jefe", "el sheriff" o "Pitu", y el también encausado y cargo público en la etapa de Ripoll en la Generalitat Vicente Gomis.

Frases como "mañana bajan los de Valencia y van a preparar el informe bueno", "los informes son muy sufridos, uno puede ser el acusador y el fiscal en el mismo asunto", "el otro día hablé con él (por Ripoll) y la cosa va bien orientada (...) esta noche voy a su casa a ver si le damos un empujón", "quería el tío tocar más billetes" (en alusión al exdiputado socialista Antonio Amorós), o "dile a Ángel que la adjudicación es para él" resonaban en la sala ante la mirada atónita de alguno de los miembros del tribunal, la impasividad de Ripoll, un Gregory que a ratos se sujetaba la cabeza con las manos con la mirada en el suelo y el exdiputado Amorós, quien se oyó cómo llamaba a Fenoll para quedar con él y contarle los pormenores al tiempo que le avanzaba que podía "tener la seguridad la seguridad de que todo iba a salir bien". Eso fue pocos días antes de que el empresario fuera detenido y enviado a prisión en el marco de la operación Brugal.

Las audiciones prosiguen la semana que viene con conversaciones intervenidas en el terminal de Antonio Ángel Fenoll, el hijo del empresario, y después vendrán las del resto de acusados.


Rafael Gregory a Ángel Fenoll: "A mí el presidente me dijo, mira Rafa, dile a Ángel que la adjudicación es para él"

Tras cenar Gregory y Ripoll, el empresario le transmite a Fenoll los problemas que se le plantean al presidente de la Diputación y las posibles soluciones que encuentra, y le dice expresiones casi literales de Ripoll, como que «la adjudicación es para él», así como que Ortiz, al parecer, también le está presionando para adjudicarse la contrata. La conversación es del 13 de mayo de 2007. 

Gregory: Vamos a ver Ángel, ayer estuve con el amigo, ¿eh? (...) nuestro trabajo me lo ha dicho él (...) tenemos que intentar por todos los medios que la puntuación se aproxime (...) porque él dice que no puede adjudicar con esa diferencia de puntos porque mañana lo pueden recurrir y nos pueden tumbar (...) hay que intentar lo que sea (...) conseguir el informe de esta gente, que hagan un informe sencillo (...) a mi me dijo Rafa, mira, dile a Fenoll, dile, transmítele esto, que la adjudicación es para él (...) es para Ángel Fenoll, lo que tenemos que hacer es hacer las cosas bien (...) a él lo ratificaron ayer en el cargo de presidente de la Diputación».

Ángel Fenoll a Rafael Gregory: «Dile al presidente (Ripoll) que los votos van donde tienen que ir»



Gregory vuelve a ofrecer sus influencias sobre Ripoll para tratar de acelerar la adjudicación ofreciéndose a ir a su casa esa noche a tratar sacarle un compromiso. En la misma conversación (del 10 de mayo de 2007) Fenoll le transmite a Gregory un mensaje para el presidente de la Diputación: «movidas más fuertes ha habido y los votos van todos donde tienen que ir». Afirmaciones que la Policía interpreta como que la polémica por la adjudicación no repercutirá negativamente en las próximas elecciones pero también la relaciona a un posible apoyo del empresario a la campaña del PP.



Gregory: Yo voy a ver si me veo con el jefe esta noche (...) Y vamos a ver si mañana se puede resolver el tema y que les den por el culo.

 Fenoll: Cuando hables esta noche dile que vamos, que movidas más fuertes ha habido y que los votos van todos donde tienen que ir (...) que esto aquí no se come a nadie ni quita votos ni nada de nada. ¿Me entiendes o no? 

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