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Una nueva vista oral que podría celebrarse antes de un año

La Audiencia confía en agilizar el señalamiento al haber conseguido despejar la agenda de los asuntos pendientes con jurado popular tras el colapso por el parón que supuso la pandemia

A la izquierda de la imagen, el letrado judicial, Manuel Cerdá, y la magistrada Francisca Bru, en el primer juicio. RAFA ARJONES

 ¿Cuánto podría tardar en celebrarse el nuevo juicio del caso Sala? Desde la Audiencia de Alicante sostienen que el señalamiento va a ser muy ágil y que la repetición de la vista no tendría por qué demorarse más de un año. El presidente de la Audiencia Juan Carlos Cerón aseguró que la maquinaria se pondrá en marcha en cuanto se reciba la sentencia desde el Supremo para decidir hasta qué momento se debe retroceder todo. «Estudiaremos la resolución y veremos hasta dónde alcanza la nulidad», señaló.

El caso Sala llegó a la Audiencia en enero de 2019 para que fuera enjuiciado por un jurado. En menos de una semana, ya se había designado a la magistrada Francisca Bru para presidir el tribunal popular y el juicio fue señalado un poco más de ocho meses después.

Las circunstancias no son las mismas, por lo que aun desde la Audiencia no se puede vaticinar si se tardará el mismo tiempo en señalar el nuevo juicio. El primera paso será elegir a un nuevo magistrado para presidir el jurado, así como abrir la bolsa para elegir a los miembros del tribunal popular, bolsa que se va renovando cada dos años a través de un sorteo. Una de las primeros puntos que deberá estudiar el nuevo juez es si debe dictar un auto de hechos justiciables o si servirá el mismo que se dictó en el anterior juicio. Se trata de una resolución en la que se enmarcan los ejes sobre los que deberá moverse el juicio: los hechos sobre los que se centrarán los interrogatorios, los testigos que se deberán citar y las pruebas aportadas por las partes. También se deberá estudiar si las partes tienen alguna cuestión previa que plantear antes del inicio del juicio, una cuestión de calado más jurídico por lo que para resolverla no es necesaria la intervención del jurado. 

La designación del magistrado se realiza por turnos, por riguroso orden de entrada conforme las causas con jurado vayan llegando a la Audiencia. «Lo deseable sería que solo haya que poner una nueva fecha y no haya que hacer ningún trámite más», explicó Cerón a este diario.

Aunque está claro que habrá un nuevo magistrado, no será el único que tenga que afrontar el juicio por primera vez. Hay una nueva letrada de la Administración de Justicia al frente de la oficina y los tres funcionarios que están destinadas a ella, se encontraban en otros destinos cuando se celebró el primer juicio.

Otra de las cuestiones fundamentales va a ser cuál es el estado de la agenda de la Oficina de Jurado de la Audiencia. Las fuentes judiciales consultadas por este diario señalaron que el trabajo realizado en los dos últimos años ha permitido que en estos momentos la agenda vaya más o menos al día. De aquí al verano, hay pendientes de señalar dos juicios por asesinato y cuyos acusados permanecen en prisión, por lo que tienen carácter de urgencia. Del mismo modo, para los próximos meses se está a la espera de que lleguen otras causas procedentes de otros juzgados, como la muerte a tiros de un presunto narco en una urbanización de El Campello, en lo que pudo ser un ajuste de cuentas; u otro crimen ocurrido hace poco más de dos meses en Alicante, donde la víctima fue abatida de cinco disparos por otro hombre que le consideraba responsable de la herida que sufrió en una reyerta entre clanes.

Una causa no preferente

La diferencia entre estos procesos y el caso Sala es que en caso de llegar antes a la Audiencia, su señalamiento tiene preferencia, ya que sus acusados están en prisión y deben de ser enjuiciados antes de cuatro años. Miguel López está en libertad desde marzo de 2017, por lo que el señalamiento no tiene la consideración de urgente.

Cerón destacó el trabajo en despejar la agenda que se había estado haciendo en la oficina de jurado, donde el año pasado se celebraron una veintena de juicios con jurado popular, a un ritmo de más de un proceso al mes y para lo que se trató de dar un impulso a posibles conformidades. La sala había sufrido un importante atasco como consecuencia del parón judicial que supuso la pandemia y que obligó a suspender todo lo que había señalado en los meses en los que se prolongó el confinamiento.

En la oficina del jurado se conservan todas las direcciones y teléfonos de los testigos que ya declararon en la anterior vista por el caso Sala. Desde la Fiscalía incluso se apuntó a que no tendría por qué llamarse a todos y, a la vista que lo que ya se sabe de qué podrían aportar a la causa, centrarse en aquellos que puedan tener mayor interés para las pretensiones de las partes. Una vez que se tenga señalado el juicio en la agenda sería el momento de empezar a citar a los testigos y que comience el proceso para la selección de los jurados.

Otras anulaciones: La insuficiente motivación en el caso Wanninkhof

Uno de los casos más recordados de la nulidad de un caso de jurado por el Tribunal Supremo fue el del asesinato de la joven Rocío Wanninkhof en la localidad malagueña de Mijas en 1999 y por el que fue declarada culpable Dolores Vázquez. En este caso, el Alto Tribunal consideró insuficiente la motivación del jurado en la que se apoyó el jurado. Todo estaba abocado a la repetición de otro juicio cuando el caso dio un giro radical con la aparición de ADN de un nuevo sospechoso, el de Tony Alexander King. El arresto de King por haber matado a Sonia Carabantes, ayudó a que se pudieran identificar restos genéticos de origen desconocido que fueron encontrados en su día en el cuerpo de Wanninkhof. Dolores Vázquez fue exonerada antes de que se celebrara el nuevo juicio y no tuvo que volver a sentarse en el banquillo. La motivación del jurado a la hora de cerrar sus veredictos suele ser uno de los aspectos que más suele estudiar el Alto Tribunal para decidir si revoca o confirma una sentencia. En el caso del asesinato de María del Carmen Martínez, el veredicto fue devuelto porque se consideraban insuficientes los argumentos que se ofrecían para declarar culpable a Miguel López. A las 48 horas, el tribunal dictó otro veredicto en sentido totalmente contrario y absolvió al acusado. El problema es que el primer borrador fue destruido y las acusaciones no pudieron valorar si su motivación bastaba o no para condenar. J.A. M./M.G.

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